Una guerra de intereses con el Xerez como gran víctima
Ya no puede hablarse sólo de un Xerez. El Deportivo Fútbol Club ha nacido, en teoría, para cubrir el enorme vacío que el Club Deportivo dejaría si desaparece. Y ha nacido dando por hecho que el actual Xerez dejará de existir, pero los días transcurren y no hay solución ni disolución. Y además, para colmo, es Joaquín Morales quien maneja los hilos, con la importante dosis de imprevisibilidad que ello introduce.
En esta historia el gran perjudicado es el Xerez, ya sea CD o Deportivo FC. Dicho de otra forma, los peor parados son los xerecistas, que asisten a una guerra de intereses que lo único que consigue es alimentar el escepticismo y la incertidumbre.
Por un lado, el Deportivo FC nace de la mano de xerecistas (algunos de ellos ilustres) que huyen no sólo de la gestión del empresario nazareno y de Rafael Mateos, hoy por hoy presidente de una entidad al borde del abismo, sino también de todo lo que les impida alzarse como club representativo de la ciudad. En este sentido, una salvación in extremis del club de 1947 sería para ellos perjudicial. El Xerez Deportivo FC se ha engendrado como una barca de rescate a la que el grueso del xerecismo sólo saltaría si el buque, el Xerez Club Deportivo, acaba hundiéndose.
Por otra parte, como de costumbre, Morales ofrece varias caras pero todas le delatan igualmente. Nadie se fía de las maniobras del de Dos Hermanas, que, pese a que se daba por hecho que dejaría la disolución en manos de Javier Tebas y la comisión paritaria de seguimiento del concurso, está negociando con Energy. La venta de sus acciones al grupo de Ricardo García no puede descartarse como desenlace de una historia rocambolesca y cruel con el xerecismo, que, en cualquier caso, tampoco ve en los empresarios sevillanos la solución al grave problema económico.
La delicada coyuntura institucional hace que los aficionados del Xerez no conozcan, con julio ya en marcha, si vivirán fútbol de bronce el próximo curso, si se produce un giro que permita sobrevivir al Club Deportivo aun siendo castigado con un nuevo descenso por impagos o si el recién nacido Deportivo Fútbol Club se ve obligado a comenzar desde lo más bajo. Todo dependerá de una lucha de intereses en la que hasta el propio presidente de la Liga, como abogado que fue del concurso de los de Chapín, puede sentirse implicado y expuesto.