Lucas Barrios, el paraguayo de adopción que chafó a su Argentina natal
Un gol en el 90 de Lucas Barrios, un argentino nacido en San Fernando, chafó el estreno de Argentina en la Copa América al nivelar a dos tantos un diferencia que llegó a ser de 2-0 para los albicelestes.Antonio Torres del Cerro
"Estoy muy contento porque esperábamos a este momento para volver a estar en las selecciones que pueden pelear algo y demostrar que Paraguay está fuerte de nuevo", aseveró Barrios, el delantero naturalizado paraguayo en el 2010, cuyo gol sirvió para lograr un punto con sabor a victoria en el debut de Copa América este sábado.
En el estadio La Portada de La Serena, el ariete entró a los 80 minutos para sustituir a Roque Santa Cruz en medio de los aplausos de los chilenos, que le recuerdan con cariño de su sobresaliente paso por el Colo-Colo, y lo abandonó 10 minutos más tarde exultante.
Al delantero del Spartak de Moscú cedido al Montpellier no le pesó el hecho de haber nacido en Argentina y conmemoró el tanto en el córner norte quitándose la camiseta.
Barrios no es una excepción en la actual Paraguay del también argentino Ramón Díaz.
Se trata de uno de los tres jugadores nacidos en Argentina que como nacionalizados juegan en Paraguay.
Junto a Barrios, están Néstor Ortigoza, asistente en el primer gol de Paraguay que marcó Nelson Haedo Váldez a los 60 minutos, y Raúl Bobadilla, el más reciente nacionalizado que partió el sábado como titular.
De madre paraguaya, el autor del 2-2 ante Argentina juega con la la Albirroja desde el 2010, cuando el hoy seleccionador de Argentina y entonces de Paraguay, Gerardo 'Tata' Martino, le convenció.
Con pocas probabilidades de debutar con la Albiceleste, Barrios dio el sí a Martino y disputó el Mundial del 2010 (cuartos de final) y el subcampeonato de la Copa América del 2011.
Con Paraguay, Barrios acumula 27 partidos y 7 goles desde que debutó hace cinco años, aunque estuvo varios sin ser convocado.
El baile de seleccionadores desde que se marchó Martino (tres entre el 2011 y el 2014) tampoco le benefició.
A nivel de clubes, el potente delantero nunca logró continuidad en su Argentina natal, donde debutó en Argentinos Juniors, ni tampoco en su pase por el fútbol mexicano, en el Atlas.
Fue en Chile donde catapultó su carrera, especialmente en el Colo-Colo, con el que marcó la friolera de 49 goles en 53 encuentros.
Esa excelente hoja de servicio le llevó al Borussia Dortmund alemán, entonces en franca ascensión.
A las órdenes de Jürgen Klopp, levantó dos Ligas alemanas (2010-2011 y 2011-2012) y se destacó en el capítulo anotador en sus dos primeros cursos (2009-2010 y 2010-2011), hasta que perdió espacio por la llegada del polaco Robert Lewandowski.
En el 2012, se fue al Guangzhou Evergrande de China para firmar un contrato muy jugoso, de unos 6 millones de euros anuales.
Pero el Spartak de Moscú le fichó en el 2013 a cambio de 7 millones de euros.
En Rusia no le fue bien y logró una cesión al Montpellier francés esta última temporada, en la que sumó 11 aciertos.
Su crucial tanto ante la Argentina le ha devuelto hoy al centro de las atenciones, precisamente en un Chile que todavía le idolatra.