Los nombres de Laporta

En unas elecciones para la presidencia del Barcelona, en las que los nombres propios parecía que iban a caer en el ostracismo por la sanción de FIFA sin poder fichar, el aspirante Joan Laporta ha puesto en la primera línea de fuego nombres por encima de programa electoral.Àlex Santos
Hace unos meses, la FIFA sancionó al FC Barcelona sin poder fichar en dos periodos, y a ello se ha sumado el triplete del equipo catalán esta temporada, que ha hecho que cualquier duda acerca del técnico Luis Enrique Martínez se esfumase completamente, y más cuando a pocas horas de dimitir la junta de Josep Maria Bartomeu, no sólo afianzó al preparador, sino que le amplió un año más.
Sin jugadores que fichar, ni entrenador que sondear, la figura del director técnico o la estructura de búsqueda de jugadores ha quedado como único ámbito de maniobra para los seis aspirantes a la presidencia del FC Barcelona, Jordi Majó ya avanzó hace unos días que tiene apalabrado a Michael Laudrup, Agustí Benedito parece que tiene en cartera a Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi' (Sevilla), mientras que hoy Laporta se ha sacado su as de la manga.
Después de que se hubiese hablado de Carles Puyol como secretario técnico de la candidatura de Joan Laporta, y que el excapitán saliese al paso hace unos días diciendo que no se iba a vincular con ninguna plataforma, hoy el expresidente desde la temporada 2003 al 2010 ha etiquetado a Eric Abidal como futuro secretario técnico, en el caso de que sea elegido presidente el 18 de julio.
Con la entrada de Abidal en escena, el nombre de Puyol desaparece, incluso como potencial primer fiasco del expresidente azulgrana, para que la atención se dirija al francés.
Pero Laporta no sólo ha sacado a relucir a Abidal, sino que en sus ya dos presentaciones antes los medios, aunque especialmente la de hoy para explicar muy tangencialmente su programa, ha alineado a en una parte del estrado a viejas glorias del barcelonismo como Roger Grimau, Audie Norris, Ludovic Giuly y a José Ramon Alexanko, a quien le ofrecerá el control nuevamente de la Masia del Barça, en caso de ser elegido presidente.
Estos no sólo han sido los nombres que ha barajado Laporta en un segundo baño de masas, ante la presencia de numerosos periodistas que no han dispuesto de un espacio confortable para trabajar por la gran cantidad de gente otra vez reunida para escuchar al expresidente. Laporta ha echado otra vez mano de la complicidad de jugadores y técnicos que estuvieron bajo su mandato.
El primero de ellos ha sido Johan Cruyff, uno de los pilares del proyecto que se trae entre manos el expresidente azulgrana. Ha dicho de Cruyff, su amigo, que no tiene intención de catapultarlo otra vez para ser presidente de honor, condición de la que fue desposeído por la junta de Sandro Rosell, pero que su filosofía le hace que vuelva a ser el referente futbolístico del Barça, si es elegido.
Pep Guardiola también ha regresado al parlamento de Laporta, aunque el expresidente ha dicho que no sabe qué hará en estas elecciones. Ha asegurado que habla frecuentemente con él, y Guardiola tendrá mañana la oportunidad de decir lo que piensa en esta campaña, en la que si sobre alguna tendencia se inclina, será la de Laporta.
El resto de nombres ha sido el de los jugadores. Laporta, sin entrar en detalles, deja entrever que el vestuario azulgrana, especialmente de los jugadores que tuvo bajo su mandato, no solo le respetan, sino que le han brindado más que algún agasajo en privado y en público.
Hoy, sin ahondar mucho en el asunto, ha bromeado que con Leo Messi tiene telepatía, cuando un informado le ha preguntado si había hablado con el argentino antes de dar el santo a la arena electoral.
Finalmente, los dos últimos nombres de Joan Laporta son los dos últimos expresidentes, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. En el discurso de hoy, Laporta ha dejado claro cómo va a entonar el nombre de los anteriores mandatarios, es decir, que siempre que nombre a uno, lo ligará con el otro, para subrayar que bajo su punto de vista el fracaso que vincule a la acción de gobierno de los últimos años tanto será para Rosell como para Bartomeu.