Godín, liderazgo, jerarquía y un gol para la historia del Atlético
Diego Godín, defensa internacional uruguayo del Atlético de Madrid, es un líder para el vestuario del equipo rojiblanco, un futbolista imprescindible para su técnico, el argentino Diego Simeone, y un goleador para la historia de su actual club, con aquel testarazo que le dio la Liga en 2014 en Barcelona.Iñaki Dufour
Su jerarquía, con mayúsculas, es indiscutible en el Atlético y en la selección uruguaya, como también lo es su aportación en cada minuto y en cada partido, cada vez que sale al campo, y su palmarés, en los que lucen una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, dos de Europa y una Liga Europa, a nivel de clubes, y una Copa América (2011), en su imponente trayectoria con la 'celeste'.
Uno de ellos, quizá el más relevante en la historia más reciente del Atlético de Madrid, lleva su firma como goleador; aquel cabezazo que remató con la testa y el alma el 17 de mayo de 2014, en el minuto 49 de la última jornada ante el Barcelona en el Camp Nou, una 'final' que dio el título al club rojiblanco con su empate a uno.
"Había soñado con un gol así. Lo había soñado de verdad. Y mejor imposible. Tenía todos los ingredientes para que sea un gol histórico, una Liga histórica, se dio y fue un premio al trabajo, a la constancia y al sacrificio que ha hecho este grupo durante todo el año", explicó entonces el central en un momento inolvidable.
Aún le falta un título con el Atlético: la Liga de Campeones. Lo tiene grabado en su mente el central uruguayo y la plantilla desde aquella noche del 24 de mayo de 2014 en Lisboa. Él marcó el 1-0 para su equipo frente al Real Madrid, el gol que hizo campeón de Europa a su conjunto hasta el minuto 93, hasta el empate del equipo blanco.
"El gran sueño mío y de todos los compañeros es conseguir una Champions. Es un sueño que perseguimos, queremos y en el que confiamos. La Champions es el gran sueño de nosotros y de todos los atléticos", decía el pasado agosto, recién renovado su contrato con el club rojiblanco hasta 2019, una decisión "con el corazón".
Su idilio con el Atlético, del que ahora es segundo capitán, comenzó el 5 de agosto de 2010. A las siete de la mañana de ese día llegó al aeropuerto de Barajas, ahora llamado Adolfo Suárez; pasó después reconocimiento médico y firmó contrato con su actual equipo.
En su primer partido oficial, el 27 de agosto de 2010, ganó un título, la Supercopa de Europa, con él como titular en el centro de la defensa; el principio de una historia con altibajos los primeros años -incluso con Gregorio Manzano estuvo en el banquillo y en la grada en algunos duelos-, pero formidable desde la llegada al club madrileño del técnico argentino Diego Simeone.
"Es uno de los futbolistas que es muy difícil reemplazar por su jerarquía, por su capacidad de competencia y por su identidad con el equipo (...). Su equilibrio desde todos los sectores de su vida le hace ocupar un lugar más importante dentro del vestuario y del fútbol mundial. Además de tenerle un gran aprecio como persona, hay una identificación total en su manera de interpretar este juego", ha dicho de él su entrenador, con el que ha ganado cinco títulos.
"Tiene una personalidad y una jerarquía impresionante en el plantel. Y lo necesitamos". "Es un pilar, una referencia para sus compañeros, lo queremos mucho y ojalá esté mucho tiempo acá porque es muy importante para el grupo". Son más elogios del técnico hacia el central, admirado también por compañeros y destacado por rivales.
"Un referente y un espejo" para su compatriota, compañero en el centro de la defensa del Atlético y de la selección José María Giménez o "el mejor central del mundo" para el portero Fernando Muslera, colega de selección y rival este curso con el Galatasaray.
"No sólo lo demuestra en el Atlético de Madrid, sino con la selección también. Muchos de nosotros en Uruguay estamos muy orgullosos de cómo lleva la cinta de capitán", añade el guardameta, que ha compartido triunfos con Godín en la selección, como la Copa América en 2011 en Argentina o el cuarto puesto del Mundial 2010.
Halagos que también han procedido de entrenadores rivales este curso, como José Luis Mendilibar, del Eibar, que en septiembre, antes de enfrentarse al Atlético, apuntó: "Godín es el mejor jugador defensivo, mientras que Gasol es el mejor en ataque". Un día antes, Pau Gasol, había llevado a España a la final del Europeo de baloncesto frente a Francia con un ejercicio incontestable de liderazgo, con 40 puntos, con once rebotes y un partido perfecto.