Estados Unidos se reencuentra a sí misma en la fase de grupos de la Copa
La selección de Estados Unidos se reencontró a sí misma en la fase de grupos de una Copa América en la que, tras un comienzo decepcionante con una derrota por 0-2 ante Colombia, se reivindicó con una goleada ante Costa Rica (4-0) y un triunfo ajustado por 1-0 ante Paraguay en el encuentro decisivo.Alfonso Gil
De esta forma y gracias a otros resultados, el equipo que entrena Jurgen Klinsmann pasó de estar contra las cuerdas y con el futuro del técnico en entredicho después de caer ante los colombianos, a asegurar el liderato del grupo en el último partido.
Las sensaciones que transmitió Estados Unidos en su debut ante Colombia no fueron las mejores, pero es cierto que el equipo, sin jugar con brillantez, dispuso de ocasiones claras de gol que desaprovechó.
Posteriormente entró con dudas contra Costa Rica, pero un claro penalti a favor a los siete minutos de juego le puso por delante en el marcador y propició que recuperara la autoestima hasta el punto de golear con claridad a su rival.
Cuando fue necesario sufrir, también estuvo a la altura el equipo de Klismann, que con un hombre menos durante todo el segundo periodo, supo mantener el 1-0 ante Paraguay y entrar en cuartos de final. Sin embargo, poco después, la inesperada derrota de Colombia ante Costa Rica le entregó el premio del primer puesto.
Estados Unidos ha tenido que superar alguna adversidad en los primeros 270 minutos de juego de la Copa. En este capítulo el joven lateral derecho DeAndre Yedlin (22 años) ha sido protagonista.
Suyas fueron las manos del penalti con el que Colombia abrió la victoria por 0-2 en el primer encuentro de la Copa América y más tarde, en poco más de un minuto al comienzo del segundo tiempo ante Paraguay, vio dos cartulinas amarillas y dejó a su equipo con diez. La falta de experiencia le había jugado una mala pasada.
Si Yedlin es la peor noticia para el equipo estadounidense, en el capítulo de notas positivas se encuentran la aceptable actuación del experimentado meta Brad Guzan y sobre todo con la firmeza en defensa de Jonh Brooks, especialista como pocos en el juego aéreo.
La columna vertebral de este equipo ha pasado por el capitán Micahel Bradley en el centro del campo y la personalidad de Clint Dempsey en la zona de ataque, lo que no impidió que Klinsmann prescindiera de él en el delicado momento en el que necesitó un nuevo lateral (Michael Orozco) para suprimir la ausencia de Yedlin.
Junto a ellos destacó el trabajo incansable de Alejandro Bedoya o Jermaine Jones, así como, cuando entraron, el de Graham Zusi o Kyle Beckerman, sin olvidar el completado en ataque por Bobby Wood y Gyasi Zardes.
El objetivo de la selección estadounidense a partir de ahora es mantener encendida la llama del equipo anfitrión de la Copa con nuevos buenos resultados, en primer lugar el de los cuartos de final que disputará el jueves 16 en Seattle.