'Guille' Abascal, un sevillano que empieza a brillar en los banquillos suizos
Guillermo Abascal Pérez, de 28 años, es un joven entrenador sevillano que ya brilla en los banquillos suizos en el Chiasso, de la Segunda División helvética, con el que lleva cuatro jornadas sin conocer la derrota y al que tiene colocado en la cuarta posición en la clasificación liguera.'Guille' Abascal, acompañado en su aventura suiza por Mikel Llorente como segundo entrenador y del coriano Carlos Valle como preparador físico, ha empezado a acaparar los focos por su rutilante comienzo liguero y tiene ante sí, el próximo 17 de septiembre, el compromiso copero ante el Basilea, uno de los equipos punteros de Suiza.
Abascal, formado como jugador en La Masía y la cantera sevillista, se decantó pronto por los banquillos tras licenciarse en Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y completar su formación con un máster en preparación física y readaptación de lesiones en el fútbol.
Con trece años, compartió vestuario en la cantera barcelonista con Jordi Alba, Giovanni Dos Santos, Bojan Krkic, Iago Falque, Fran Mérida, Raul Baena o Alberto Botía; y tres temporadas más tarde, regresó a la disciplina del Sevilla, donde jugó en sus equipos de cantera hasta los 19 años, cuando comenzó su formación universitaria.
El técnico sevillano dio sus primeros pasos como entrenador en la cantera del Sevilla, en la que en 2013 trabajó de preparador físico en la categoría cadete y en el departamento de tecnificación con grupos específicos de jugadores desde el Sevilla Atlético hasta los alevines.
Esta experiencia, según manifestaciones facilitadas a EFE por el entrenador, le fue "generando una visión global de la forma de enseñar los conceptos del juego a los jugadores" y, sobre todo, le permitió trabajar "viendo y reflexionando desde los diferentes puestos en el campo".
Tras otras experiencias en la cantera del Sevilla, empezó a trabajar hace dos temporadas con Víctor Mañas, analista del actual entrenador del Paris Saint Germain y entonces técnico del Sevilla, Unai Emery, con el que emprendió proyectos y trabajos que le ayudaron "mucho en la comprensión del juego".
Además, según Abascal, ello le ayudó a "ser más eficiente en la reflexión después de los entrenamientos y después de los partidos", vertiente táctica que ha hecho que la televisión helvética haya contado con él como comentarista (en italiano) para el partido Suiza-Andorra, clasificatorio para el próximo Mundial.