Marcos Álvarez: "Una faena de dos orejas y rabo"
Marcos Álvarez, preparador físico del Real Betis que compareció tras ganar 3-5 el derbi por la sanción de Quique Setién, afirmó que "ganar en el campo del eterno rival supone empezar el año con un subidón" y lo consideró una faena "de dos orejas y rabo" por lo que supone para los jugadores y la afición.En la sala de prensa del Sánchez Pizjuán, Álvarez, que sustituyó al técnico Setién y a su segundo, Éder Sarabia, también sancionado, destacó la "relevancia de este triunfo" y "la manera en la que se ha conseguido" frente al Sevilla, un "rival muy difícil" y que llevaba "un año y pico sin perder en su campo".
"Me siento orgulloso de la victoria y de cómo hemos ganado, y se lo dedico a los jugadores, al cuerpo técnico y, sobre todo, a la afición, que lleva muchos años sin tener alegrías así de grandes", subrayó el preparador físico verdiblanco, con pasado sevillista.
Para Álvarez, "esto refuerza al club en los pasos que está dando ahora", pues recordó que han "pasado años en los que el Betis ha sufrido muchos traspiés y ahora está en un buen momento, muy sano", por lo que "este premio se lo tiene que llevar la afición porque, a pesar de los momentos duros de este año, siempre" les ha "arropado".
Añadió que también "refuerza el trabajo y la idea que desde el principio" los técnicos están buscando implantar en el equipo, por lo que conlleva, además, "ganar en el Sánchez Pizjuán, a un equipo que está jugando 'Champions', y hacerlo de esta manera, como ya se ganó en el Bernabéu".
"Quique (Setién) me ha dicho al llegar al estadio: 'suerte, maestro'. Al final, nos hemos abrazado todos junto con Fran Soto -también preparador físico-, que somos los que hemos intentado recordar a la plantilla lo trabajado toda la semana", dijo Álvarez, para quien "ha sido clave la aportación de los tres jugadores" que salieron desde el banquillo.
Indicó que la primera mitad estuvo "condicionada" por la lesión de Antonio Barragán, con una "contractura muscular", lo que luego les privó de un cambio, pero en la segunda tuvieron "más el control, los jugadores se soltaron más", el Sevilla sólo les hizo "daño en jugadas a balón parado" y el Betis lo ha "contrarrestado con goles".
Marcos Álvarez recordó que el año pasado ya tuvo que dirigir al equipo desde el banquillo por otra sanción y que vencieron en Valencia "después de treinta años sin ganar", y añadió: "imagino que son casualidades, de la vida y del fútbol".