Boban ensalza labor de Deschamps en el título de Francia y "revolución" VAR
El croata Zvonimir Boban, secretario general adjunto (fútbol) de la FIFA, ha aprovechado la presentación del informe del Mundial de Rusia elaborado por el Comité de Estudio Técnico del organismo, para destacar la labor de Didier Deschamps en el título de Francia, así como la "revolución" que supuso el uso por primera vez del videoarbitraje (VAR).
"Francia fue digna ganadora bajo la dirección constante de Deschamps, que tuvo una visión clara y precisa de cómo sacar el máximo partido de los jugadores que tuvo a su disposición", que se comportaron como los "intérpretes más asentados y seguros del mundo", señala.
A su vez, el exjugador croata comenta que Rusia 2018 también es "un hito para el arbitraje". "La revolución que es el sistema VAR nos llena de orgullo y con el tiempo veremos incluso más claramente lo beneficioso que es para el mundo del fútbol. Igual de importante es que este progreso se ha producido sin afectar al juego, ya que la esencia y las tradiciones del fútbol deben siempre ser preservados en toda su gloria", asegura.
Entiende que "desde una perspectiva táctica" la marca de Rusia 2018 es que fue un fútbol "muy medido", algo que en su opinión "no tuvo un impacto negativo, por cuanto "casi todos los encuentros fueron apasionantes, cautivadores y disputados hasta el último minuto".
"Está claro que los grandes tácticos siempre están buscando maneras para controlar mejor y minimizar el riesgo, pero lo que fue aún más evidente es que incluso los mejores planes pueden de repente no significar nada cuando la bola gira en una dirección inesperada en medio de lo impredecible de nuestro hermoso juego", afirma.
"Sin embargo, por muy bien preparado que estés, los partidos pueden tomar un giro imprevisto en un momento dado como resultados de goles u otro tipo de situaciones, ya sea por un error o por un golpe de genio", dice.
En su opinión, en Rusia se vio que "el juego de presión fue mucho menos prevalente que antes", algo que considera "comprensible" porque en un torneo como el Mundial "los niveles de energía y la agudeza mental necesitan ser conservados en la medida de lo posible y los equipos deben centrarse en ser consistentes".
Boban recuerda que selecciones como Alemania y España, las dos últimas campeonas mundiales antes de Rusia, "no parecieron estar frescas", que "Argentina carecía de un estilo de juego claro", que Brasil "estaba desequilibrado", y "todos terminaron pagando el precio a pesar de su reputación".
También precisa que se vió "una serie de los llamados equipos 'pequeños', como Japón, Senegal y la República de Corea, por citar unos pocos, que cerraron la brecha tácticamente, pero no pudieron pasar al siguiente nivel".
"Uruguay, Suecia y México, otros tres países históricos, produjeron algunas buenas actuaciones, pero no consiguieron provocar un 'schock' en la fase de eliminatorias", asevera Boban, que, respecto a Rusia, señala que tuvo a "toda una nación soñando con la gloria".
Además de Francia, entiende que la "mayor sorpresa" fue Croacia, subcampeona en el Luzhniki, que "dio a millones de personas de todo el mundo la esperanza de que uno de los equipos 'pequeños' podrían ganar el Mundial".
"Impulsado por un excepcional Luka Modric, el equipo croata nunca perdió la compostura ni la concentración, demostrando una notable madurez, carácter y espíritu", añade Boban, que, en cuanto a los otros dos semifinalistas, concluye que Bélgica fue "la gran artista" e Inglaterra "finalmente comenzó a cumplir con su potencial".
Boban considera que este informe analiza en profundidad, con cifras, lo ocurrido en Rusia, "un torneo inolvidable".