Casemiro alista su vuelta al once titular de Brasil, con susto incluido
El centrocampista Casemiro comenzó a alistar su vuelta al equipo titular de la Canarinha de cara a las semifinales de la Copa América en un entrenamiento donde protagonizó un pequeño susto, al quejarse de un golpe que finalmente no revistió importancia.
Casemiro se ejercitó con los suplentes del encuentros de cuartos de final disputado el jueves ante Paraguay, donde el combinado brasileño obtuvo su cupo en las semifinales en la tanda de penaltis por 3-4 tras haber acabado el cotejo con empate sin goles.
En ese partido Casemiro lo vio desde la tribuna del estadio Arena do Gremio de Porto Alegre al estar sancionado por acumulación de amonestación.
En la práctica realizada este viernes en las canchas de entrenamiento del Gremio de Porto Alegre trabajó Casemiro junto a Willian, Lucas Paquetá, Ederson Moraes, Cássio, David Neres, Fágner, Éder Militao y Joao Miranda, que fue el último en saltar al césped.
Los jugadores que fueron titulares tuvieron una sesión de recuperación en el gimnasio, incluido Alex Sandro, que a pesar de comenzar el partido en el banquillo jugó toda la segunda parte en sustitución del lesionado Filipe Luis, que está en observación junto al centrocampista Richarlison, con un proceso vírico.
Así, casi en familia, el seleccionador de Brasil, Tite, observó los trabajos en la cancha de sus jugadores, que disputaron un partido en espacio reducido después de hacer distintos ejercicios de estiramientos y de aceleración.
Allí, por un breve instante, saltaron las alarmas cuando Casemiro buscó asistencia aquejado de un golpe en un lance de la práctica, pero tras unos segundos regresó sin problemas para completar el resto de la sesión.
Tras el entrenamiento, la selección brasileña tiene previsto cenar en su hotel de concentración y después viajar a Belo Horizonte, a donde está previsto que llegue cerca de la medianoche.
En la capital del estado de Minas Gerais la Canarinha disputará el partido de semifinales de la Copa América, una fase a la que el combinado brasileño llegó por primera vez en doce años.