La riojana Ana Sáenz de Pipaón, premio "Zaballa" al juego limpio de la RFEF
La jugadora riojana del Córdoba, Ana Saenz de Pipaón, ha sido designada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como ganadora del premio "Zaballa" a la deportividad de esta temporada.
La riojana recibe este galardón en reconocimiento a su comportamiento al atender a una jugadora del equipo contrario que sufrió un desvanecimiento durante un partido.
La Federación Española publica en su web que los hechos que se reconocen con este premio sucedieron el pasado 13 de noviembre del 2018, durante un partido de Segunda División entre el Córdoba, en el que milita la riojana, y el Peña El Valle.
Una jugadora de este último equipo, ana Paredes, sufrió un desvanecimiento a los diez minutos de partido y la riojana "supo actuar con determinación", resalta la Federación, hizo saber que es médico de profesión y auxilió a la jugadora rival.
Primero comprobó que no hubiera ningún daño en la cabeza de la jugadora, examinó sus pupilas y al ver que recobraba la consciencia pudo descartar que sufriera un problema grave; además, sobre el mismo campo midió la tensión y el nivel de glucosa de la afectada y observó que este último era muy bajo.
Poco después la jugadora fue trasladada a un hospital mientras la defensa riojana del Córdoba regresaba con normalidad al partido.
Estos hechos han sido reconocidos por la Federación con un premio creado con el nombre del que fuera jugador cántabro Pedro Zaballa, que militó en el Racing de Santander y el Barcelona, entre otros clubes.
En la temporada 1967-1968, mientras jugaba en el Sabadell protagonizó un hecho insólito, al lanzar fuera un balón, en el Santiago Bernabeu y ante el Real Madrid, en vez de marcar gol para que se atendiera al portero blanco, que estaba lesionado.
Este gesto, premiado por la Unesco, hizo que se estableciera un premio a la deportividad con su nombre en la temporada 1998-1999.
La pasada temporada este premio fue otorgado a Andrés Iniesta, por su carrera deportiva, y a un jugador infantil extremeño que paró un partido para que se atendiera a un rival.