Dulce revancha
Andrea Montolivo
Udine (Italia), 30 jun .- Dos años después de ver como Alemania le negaba el título en la final del Europeo sub-21 de Polonia, España se tomó una dulce revancha este domingo en el estadio Dacia Arena de Udine, al doblegar a los alemanes 2-1 y al conquistar el trono continental por quinta vez en su historia.
Una generación de talentos memorable cerró este domingo el círculo y, tras rozar el título en 2017, puso la guinda a su largo camino por las selecciones menores españolas y entró definitivamente en la historia del fútbol juvenil español.
Los goles de Fabián Ruiz y de Dani Olmo premiaron el compromiso de la Roja ante una Alemania que nunca paró de luchar, ni con el 1-0 ni con el 2-0, y que recortó distancias en el 88 gracias a un gol de Nadiem Amiri tras desviación de cabeza de Jesús Vallejo.
El gol de Mitchel Weiser que determinó el triunfo de Alemania en 2017 ya es poco más que una anécdota para la Roja, un detalle que agranda el orgullo por haber logrado reponerse a las adversidades y haber levantado al cielo de Udine el título continental.
Lo hizo tras un camino intenso, en el que los chicos de Luis De La Fuente empezaron con derrota ante la anfitriona Italia y rozaron la eliminación en la fase de grupos, evitada al borde del abismo por un trascendental gol de Pablo Fornals a Bélgica.
Ese sufrimiento, unido al todavía vivo disgusto por la derrota en al final de Cracovia 2017, requirió un gran esfuerzo físico y sobre todo mental para reaccionar, pero la Roja logró usarlo como una motivación extra para alcanzar el objetivo.
La diana de Fornals y la derrota de Italia contra Polonia en esa misma jornada volvieron a poner el destino en manos de España y de allí empezó un camino triunfal, hecho de juego espectacular, goles y victorias rotundas.
Era dueña de su propio destino España, pero aún así necesitaba un 3-0 a Polonia, entonces líder con el pleno de puntos, para pasar de ronda. No tembló, marcó cinco tantos sin conceder ninguno y selló el billete para las semifinales.
Y tuvo que tirar de orgullo también en semifinales, cuando en Reggio Emilia, con más de 35 grados, estuvo detrás 0-1 y rozó recibir el segundo gol de Francia, antes de arrollar a los galos con cuatro goles, firmados por Marc Roca, Mikel Oyarzabal, Dani Olmo y Borja Mayoral.
Fue una prestación que confirmó el crecimiento físico y de madurez de España, uno de los seleccionados juveniles que mejor desarrolla el estilo de juego marcado por su Federación futbolística.
El premio a todo esto llegó este domingo, con una victoria trabajada que fue el perfecto resumen del camino en el Europeo, empezado hace dos semanas.
Los chicos de De La Fuente se sobrepusieron a las adversidades ante Bélgica, ante Francia y también lo hicieron en esta final, en la que pese a tener un claro bajón físico, lograron juntarse y defenderse con orden, sin conceder ocasiones claras a Alemania.
Un trabajo y un esfuerzo que les llevó a la gloria y que les convierte en un punto de referencia para el fútbol juvenil europeo y mundial.