Jürgen Klopp y el porqué de su eterna sonrisa: todo por su hijo

"Tal vez estoy soñando" se titula el artículo que Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, escribió este martes en The Players Tribune. Un extenso relato en el que el considerado mejor técnico del último año revela varias curiosidades de su vida y su carrera. Y si algo está íntimamente relacionado con él es su eterna sonrisa.

Es complicado encontrar imágenes de Klopp triste, incluso aunque las cosas le hayan salido mal en el campo. El motivo es muy sencillo. El propio Klopp lo explica a la misma vez que da una lección de vida: todo por su hijo.

Klopp y su relato sobre su sonrisa

Cuando tenía 20 años, experimenté el momento que cambió por completo mi vida. Yo todavía era un niño, pero también me había convertido en padre. No fue el momento perfecto, seamos honestos. Estaba jugando al fútbol aficionado y yendo a la universidad durante el día. Para pagar los estudios, estaba trabajando en un almacén donde almacenaban películas para el cine. Y para los jóvenes, no estamos hablando de DVD. Esto fue a finales de los 80, cuando todo estaba en las películas. Los camiones venían a las 6 de la mañana para recoger las nuevas películas, y cargaríamos y descargaríamos esos enormes botes de metal. Eran bastante pesados, sinceramente. Estaba rezando para que no mostraran algo con cuatro carretes, como Ben-Hur o algo así. Ese iba a ser un mal día para ti.

Klopp: "A veces la gente me pregunta por qué siempre estoy sonriendo. Es porque cuando nació mi hijo, me di cuenta de que el fútbol no es vida o muerte"

Dormía cinco horas todas las noches, iba al almacén por la mañana y luego iba a clase durante el día. Por la noche ,iba a entrenar y luego volvía a casa e intentaba pasar un tiempo con mi hijo. Fue un momento muy difícil. Pero me enseñó sobre la vida real.

Tuve que convertirme en una persona muy seria a una edad temprana. Todos mis amigos me llamaban para ir al pub por la noche y cada hueso de mi cuerpo quería decir: “¡Sí! ¡Si! ¡Quiero ir!” Pero, por supuesto, no podía ir, porque ya no vivía solo para mí. A los bebés no les importa que estés cansado y que quieras dormir hasta el mediodía. Cuando te preocupa el futuro de otra persona pequeña que trajiste al mundo, esto es una verdadera preocupación. Esta es una verdadera dificultad. Lo que pase en un campo de fútbol no es nada comparado con esto.

A veces la gente me pregunta por qué siempre estoy sonriendo. Incluso después de perder un partido, a veces sigo sonriendo. Es porque cuando nació mi hijo, me di cuenta de que el fútbol no es vida o muerte. No estamos salvando vidas. El fútbol no es algo que deba propagar la miseria y el odio. El fútbol debe ser inspiración y alegría, especialmente para los niños.

He visto lo que una pequeña bola redonda puede hacer por la vida de muchos de mis jugadores. Los viajes personales de jugadores como Mo Salah, Sadio Mané, Roberto Firmino y muchos de mis muchachos son absolutamente increíbles. Las dificultades que enfrenté cuando era joven en Alemania no eran nada en comparación con lo que tenían que superar. Hubo tantos momentos en que podrían haberse rendido fácilmente, pero se negaron a renunciar. No son dioses, simplemente nunca renunciaron a su sueño. Creo que el 98% del fútbol se trata de lidiar con el fracaso y aún poder sonreír y encontrar alegría en el juego al día siguiente.