La Nueva Olla hará historia al acoger la primera final única de Sudamericana
Asunción, 5 oct (EFE).- La "Nueva Olla", el renovado estadio del centenario Cerro Porteño, en el centro de Asunción, se prepara para hacer historia del fútbol este sábado, cuando acogerá la primera final única de la Copa Sudamericana, que enfrentará al argentino Colón de Santa Fe y al ecuatoriano Independiente del Valle.,También un hecho para los anales de ambos clubes, que por vez primera luchan en una final internacional y cuyas hinchadas, con una aplastante mayoría de argentinos, ya han hecho
Asunción, 5 oct .- La "Nueva Olla", el renovado estadio del centenario Cerro Porteño, en el centro de Asunción, se prepara para hacer historia del fútbol este sábado, cuando acogerá la primera final única de la Copa Sudamericana, que enfrentará al argentino Colón de Santa Fe y al ecuatoriano Independiente del Valle.
También un hecho para los anales de ambos clubes, que por vez primera luchan en una final internacional y cuyas hinchadas, con una aplastante mayoría de argentinos, ya han hecho colgar el "no hay entradas" en el Pablo Rojas, el nombre oficial del estadio ubicado en el popular Barrio Obrero.
Se calcula en 45.000 el número de personas que acudirá el sábado a presenciar el duelo continental, algo que no preocupa a la directiva del "Ciclón", que en 2017 finalizó unas ambiciosas obras que convirtieron al estadio en el más moderno de Paraguay y en uno de los punteros de Sudamérica.
Merced a aquellas reformas, la "Olla Monumental" pasó a ser denominada por los aficionados de Cerro Porteño la "Nueva Olla", esa que ahora se vestirá de gala para hospedar la primera final de la Sudamericana que se celebra a un solo partido.
Y es que la anterior capacidad del estadio, de unos 24.000 espectadores, se elevó hasta los 45.000, dentro de un vistoso coso de 92 palcos VIP, doble graderío e instalaciones deportivas de máximo nivel.
Todo un cambio en el rostro de un coliseo que cuando fue construido, en 1970, fue el último grito en Paraguay y merecedor de un grande entre los grandes del fútbol guaraní.
Ello con permiso de Olimpia, su gran rival y con una cantidad de copas internacionales que no tiene Cerro Porteño, aunque tampoco una cancha como la que ahora ostenta el "Ciclón".
Para el partido del martes, está previsto que se cubran todos los escudos alusivos a Cerro Porteño y sean reemplazados por los de la Conmebol, la máxima autoridad del fútbol sudamericano y organizadora del torneo.
Lo que no conseguirá borrar la personalidad de un estadio que ya otras veces se ha prestado generosamente a ser espacio de grandes eventos ajenos al propio club, incluso no futbolísticos.
Así, miles de personas llenaron el complejo en junio de 2018 para tomar parte, junto a la jerarquía católica del país, en la ceremonia de beatificación de la carmelita María Felicia de Jesús Guggiari, conocida como "Chiquitunga", la primera beata de Paraguay.
Para el encuentro del sábado, se prevé un despliegue de más de 5.000 policías, además de personal sanitario para atender a un público que deberá cuidarse del inclemente verano paraguayo, que lleva días anunciándose con toda su agresividad, con temperaturas de entre 35 y 40 grados.
Se anticipa por tanto todo un acontecimiento el que tendrá lugar en la ciudad que fundara en 1537 el español Juan De Salazar, como lo demuestra la presencia del intendente, el experiodista Mario Ferreiro, y del presidente paraguayo, el conservador Mario Abdo Benítez.
Ferreiro, al que se critica que no ha sido capaz de afrontar con un mínimo de éxito las grandes falencias de la capital, como la recogida de basuras, el desbocado tráfico y otros problemas que atormentan a la ciudadanía, ha emprendido una operación de "maquillaje" en las sucias plazas y calles del centro histórico de cara a generar un buen recuerdo entre los visitantes.
No hay habitaciones libres en los hoteles de Asunción, con lo que se espera que las hinchadas también hagan turismo por el centro y se dejen unas divisas bien recibidas en un país adentrado en una recesión económica.
Y es que los aficionados que esta semana se acerquen a Asunción podrán apreciar el contraste entre la modernidad de la "Nueva Olla" y las rémoras de una ciudad que, en lo urbanístico, es de las más atrasadas de la región.