La historia de 'Veleta': la mujer malagueña que se hacía pasar por hombre para jugar al fútbol

Cualquier día es bueno para rememorar las hazañas de las mujeres que en el pasado desafiaron las reglas para que hoy en día tengamos la oportunidad de acceder a algunos derechos elementales, pero el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha más que propicia para ello. Una de esas mujeres fue la malagueña Ana Carmona Ruiz -apodada más tarde Veleta-, que tuvo que hacerse pasar por hombre para poder dedicarse a su pasión: el fútbol. Su descubridor, el periodista y coleccionista Jesús Hurtado, desgranó su historia en el blog Velezedario.

Ana, o Nita, como la conocían en esa época, nació en el barrio de Capuchinos, Málaga, en 1908. Su padre era estibador en el puerto y fue allí donde Nita conoció el balompié, con los marineros ingleses que se pasaban la pelota para matar las horas muertas. Quedó prendada enseguida e hizo lo imposible por poder jugar a este deporte que, por aquel entonces, era casi un recién nacido.

Por supuesto, no estaba bien visto que una mujer practicara un deporte considerado para hombres por su dureza y su brutalidad, pero eso no impidió a la malagueña dedicarse a su pasión. Eso sí, contó con la ayuda de dos personas imprescindibles en su historia: su abuela Ana y el sacerdote Francisco Míguez Hernández. Este cura salesiano, un gallego enamorado del fútbol, fundó el Sporting Club de Málaga, un equipo que comenzó su andadura en un campo sito en la zona de Segalerva y que nombraron Estadio Santa Misión.

La abuela de Nita era la lavandera del equipo y convenció a Míguez para que su nieta pudiera jugar en el Santa Misión cuando el campo estuviera vacío. También jugaba con el equipo a domicilio, para no ser reconocida. Sus formas, algo toscas, y la vestimenta propia del fútbol de la época le permitían pasar desapercibida entre los muchachos. Asimismo, se vendaba el pecho y usaba las boinas de los jugadores de esos tiempos para recogerse el pelo. Y su calidad en tres cuartos de campo era innegable. Se le considera la primera mujer en jugar en un club futbolístico en España.

No obstante, la alegría duró poco. Enseguida corrió el rumor de que una chica estaba jugando al fútbol y comenzó una persecución contra ella, acusada de alterar el orden público y dejando en su familia la marca indeleble del escándalo. Nita acabó por irse a Vélez-Málaga.

Cuando Nita se convirtió en Veleta

Toda vez que ya estaba en la comarca de La Axarquía, Ana Carmona no cejó en su empeño de seguir practicando el balompié. En el Vélez CF jugaban algunos de sus excompañeros del Sporting de Málaga, como Quero o 'Bilba' Torrontegui, que la ayudaron a entrar en el equipo. Fueron sus propios compinches de vestuario los que la apodaron Veleta en alusión a sus cambios de aire constantes, puesto que se hacía pasar por hombre para poder disputar los partidos.

Logró que nadie se diera cuenta de la treta, más allá de los compañeros y de algún directivo del club que conocían el secreto y que lo mantuvieron de forma muy leal durante varios años.

Ana Carmona, pionera en el deporte femenino

Con la llegada de la II República a España y la inclusión de las mujeres en diversos deportes como la natación, el tenis o el atletismo, Ana Carmona Veleta fue pionera en trabajar por la libertad femenina en la práctica deportiva. Pero murió joven a causa de unas fiebres en el año 1940 y su legado acabó demasiado pronto.

Fue enterrada, según Hurtado, con la camiseta del Sporting Club de Málaga en el cementerio de San Rafael. La acompañaron algunos de sus colegas de vestuario, que además se hicieron cargo de los gastos.