Mucho cohete y poca traca para cerrar el año en San Mamés
Asís Martín III BilbaoEl Athletic ha terminado el año derrotado en San Mamés por un eficaz Zaragoza. Lejos de sumar la tercera victoria consecutiva en busca de Europa los de Bielsa han estado romos en ataque y endebles en defensa cosechando una lógica derrota. El equipo coge vacaciones hasta el día 30.
Dicen que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Todas las cuentas previas hablaban de la tercera victoria consecutiva que iba a llegar esta noche, al igual que la ETB celebraba con cohetes a escasos metros de la Catedral su gala de nochevieja por adelantado.
El humo de sus fuegos artificiales fue el mismo que tuvo el fútbol de un Athletic plomizo, puro humo. Sin olvidar que la fragilidad defensiva de toda la temporada no estaba desterrada, sino tan solo oculta detrás de las paradas de Gorka o, directamente, de los fallos de los rivales en partidos anteriores, sobre todo en Mallorca donde Víctor falló hasta a puerta vacía. La despedida del 2012 ha sido muy triste ya que los maños han jugado bien pero ganado con poco, con muy poco. Y eso que llevaban 12 años sin vencer en Bilbao.
Ya se hacía raro ver al Athletic de Bielsa sin Susaeta, el símbolo de su era en Bilbao. Pero así tocaba despedir el año, sin él, ni Amorebieta o Iturraspe y contra un Zaragoza crecido lejos de la Romareda. Los de Jiménez empezaron muy arriba, presionantes, y el Athletic se vió de salida algo descolocado.
Sería el viento sur pero lo que costaba darle el balón a un compañero y no a un maño. A veces habría que intentar pasársela al contrario a ver si así por defecto mejora el porcentaje de las que van a un rojiblanco.
En el 11' un tiro de Zuculini que tocó en Laporte obligaba a Iraizoz a sacar una buena mano arriba. Ambos equipos estaban muy estirados y la pelota volaba demasiado fácil del ataque a situaciones defensivas. Un cambio de estilo con un buen pase de Aurtenetxe rompió el entramado aragonés y De Marcos tuvo en el 18' la primera ocasión clara desbaratada por Roberto.
Pero el dominio de los vizcaínos no se veía realmente refrendado con algo sólido que llevarse a la boca. Transcurría el tiempo con producción opaca que dice Bielsa y encima Aurtenetxe la terminó de liar con un penalti de colegio. Ya le dijo esta semana en un entrenamiento el técnico argentino a ver si estaba dormido, y lo cierto es que en esa jugada estuvo en los laureles siendo generoso. Apoño no perdonó colgando un 0-1 regalado porque nadie había hecho hasta entonces méritos para marcar.
Hizo daño ese tanto al lateral de Zornotza ya que poco después Helder Postiga daba otro susto en plena caraja rojiblanca entrando su equipo por esa banda una y otra vez. De hecho fue sustituído al descanso por Igor Martínez obligando a una reestructuración.
Y es que la debilidad defensiva iba a volver con fuerza este sábado. Para mayor escarnio en otra jugada de chiste el delantero luso subía el 0-2 en el 41' después de dos remates, un despeje de puños de Gorka y un grito de desencanto general. Era la noche de que no, y para una que hubo en el primer tiempo, un precioso remate de cabeza de Oscar De Marcos, que era la vida, se estrelló en el larguero de Roberto al borde mismo del descanso.
A la vuelta con el aliento de la parroquia y con Ander Herrera más puesto a la tarea ante sus ex el Athletic se fue con todo arriba, aunque menos mal que Postiga no terminó de cerrar la cuenta en el 54'. Faltó un pelo en una contra en este caso por banda de Iraola.
Hay que darle mérito a los de Jiménez que soltaron un buen partido, muy serios, intensos, con el doble de faltas cometidas pero a su vez los de Bielsa estuvieron espesos cual engrudo. La grada solicitaba al mister jugar con dos puntas a la desesperada y Llorente acabó entrando por un de nuevo desdibujado Muniain para hacer dupla con Aduriz.
De Marcos volvía a intentarlo de cabeza en el 77' ya que no había manera de ponerles un balón a los dos arietes, algo que seguramente reforzará la convicción de Bielsa que no cree en esa línea. Aduriz casi no tocó un balón en todo el partido, y Llorente tuvo una ocasión al menos en el minuto 85, pero Roberto pudo echarla a córner sin demasiados apuros. Con pinta de sábado jorobado al personal se llegaba al final con un tortazo de realidad, este equipo sigue a años luz del del curso pasado por mucho que se ganara a Celta y Mallorca.
Ahora a disfrutar de las vacaciones rojiblancas hasta el día 30 salvo los que juegen con Euskal Selekzioa ante Bolivia. Luego a la vuelta habrá que abordar donde se quiere ir en esta liga en esos raros compromisos ligueros a disputar en sábado, viernes y lunes. Es lo que toca.