Herrera: "El Athletic es un sentimiento que pasa de generación en generación"
Ander Herrera se siente orgulloso de representar a un equipo tan "especial" como el Athletic. "Es un sentimiento pasa de generación en generación. Es un club muy especial por su filosofía. El aficionado se siente totalmente identificado con los jugadores porque somos todos de la zona,
nos hemos criado en los mismos lugares que ellos", subraya.
El centrocampista, en una entrevista a UEFA.com, se esfuerza por transmitir lo que significa la entidad bilbaína. "La sensación de pertenencia a un lugar y a un club lo hace especial. El Athletic no es la afición por un lado y los jugadores por otro, el Athletic es un conjunto de ambas cosas. No es fácil explicarlo porque hay que vivirlo. Yo tengo esa suerte y espero que sea por mucho tiempo".
Es un concepto difícil de entender para un foráneo dentro del fútbol profesional. De ahí que siempre surja la misma pregunta al tratar este tema. ¿No le gustaría ir a un grande de Europa? "Estoy muy bien en Bilbao. Jugando aquí te das cuenta de lo que significa estar en el Athletic. No tengo ninguna prisa, quiero jugar aquí mucho tiempo. Quiero disfrutar del Athletic. Además, tenemos una deuda con nuestra gente", resuelve.
Se refiere, cómo no, a las decepciones sufridas en los últimos meses. Desde las derrotas en las finales de Copa y Europa League a las prematuras eliminaciones de esas mismas competiciones esta temporada. Aunque, en líneas generales, considera que su balance personal de 2012 "es muy positivo". "He jugado dos finales, y he tenido la opción de estar en la selección olímpica. Ha sido un año positivo, pero hay que seguir aprendiendo y mejorando, y no me puedo conformar con lo hecho hasta ahora", agrega.
Los momentos más dulces fueron "las eliminatorias europeas y ver San Mamés como lo vi. Me quedo con el cruce con el Manchester United o el del Sporting de Portugal. También con las eliminatorias de la Copa del Rey, que nos hicieron meternos en la final. Más que con partidos en concreto, me quedo con el ambiente de Bilbao, y con la sensación de que se podía hacer algo grande. Al final no pudo ser, pero hicimos disfrutar a nuestra gente", celebra.