El Athletic mueve ficha para renovar a Muniain

Los rechazos de Javi Martínez, Fernando Llorente y Fernando Amorebieta han dolido mucho en el seno de la familia del Athletic. La directiva de Josu Urrutia, quiera o no, es consciente de que la plantilla ha perdido a tres jugadores de peso.
Jóvenes aún, pero líderes por su papel en el campo y por la experiencia adquirida en estas últimas campañas. Cuando anunció la retirada de la oferta a Amorebieta, ya dejó claro que no solo le había puesto sobre la mesa una jugosa propuesta en lo económico y temporal, sino que se le invitaba a 'coliderar' un proyecto plagado de jóvenes talentos que necesitan nuevas referencias. Al no obtener respuesta, ha tenido que mirar hacia otro lado. Ahí entra en escena Iker Muniain.
El club ha iniciado los contactos para prolongar el contrato del navarro, que termina en junio de 2015. Eso es, al menos, lo que asegura Deia. Se trataría de un mero sondeo, sin afán de presionar al delantero para que dé una respuesta inmediata. El Athletic quiere apostar fuerte por Muniain, y considera oportuno comprobar en este momento la solvencia de sus reciente declaración de intenciones a propósito del presunto interés del futuro Bayern de Guardiola y Javi Martínez en hacerse con sus servicios. "Estoy muy feliz aquí... Tengo contrato hasta 2015 y voy a intentar disfrutar cada minuto. Ojalá pueda estar aquí muchos años", expresó.
Esa es, sin duda, la voluntad de la entidad bilbaína. A pesar del bache de juego que atraviesa esta temporada, donde no termina de encontrar su nivel, la dirección deportiva mantiene firme su apuesta por el de la Txantrea. Hasta el punto de ofrecerle un de esas vacantes como referencia del proyecto. A pesar de su juventud, tiene una dilatada experiencia. Una propuesta así significaría un espaldarazo muy importante para el jugador, que encuentra una de las causas del bajón de su rendimiento en el apartado psicológico. "Quizá los últimos meses no he estado bien anímicamente por todo lo que ha pasado". La renovación podría ser una gran inyección de confianza en el momento más complicado que le ha tocado vivir a nivel personal y colectivo desde que dio el salto al primer equipo rojiblanco, con apenas 16 años.