Bielsa: "Este equipo no puede ser mezquino, porque su espíritu es el contrario"

Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic, no resta ni un ápice de trascendencia al choque de este sábado ante Osasuna. "Las necesidades son urgentes, máximas e indispensables, después pongale el título que prefiera: final o no final".

Los leones deben apretar para superar "la realidad que hemos construido en estas 25 fechas de Liga". 
Se acierta poco ante la meta contraria y los rivales marcan con demasiada facilidad. Son ya 50 goles en contra. "¿Yo qué tengo que hacer para generar modificaciones, qué dejemos de gobernar, de atacar, de protagonizar, de intentar jugar en campo rival? No puedo tomar esas decisiones, no se trata de cambiar, sino de observar lo que está mal y sustituirlo, pero no modificar lo que está bien", se defiende.
 
Lo más cuestionado últimamente es su sistema defensivo, que solo cuenta con un volante de contención. "Nos tendrían que meter goles en inferioridad numérica para que ameritar agregar efectivos, pero mi lectura, y me da vergüenza decirla, es que defendemos con demasiada gente, siempre hay más jugadores nuestros que del rival, así que no se soluciona poniendo más jugadores", argumenta.
Por otro lado, el argentino añade que "no podemos ser especulativos ni mezquinos; pero no porque esté mal actuar así, sino porque el espíritu del equipo es el contrario. Alguna vez fue la ambición, por eso llegue acá. No puedo actuar en contra de lo que pienso". 
Bielsa, en todo caso, afirma que "no tomo las decisiones porque sí". Bajo su punto de vista, "tenemos 20 puntos menos de los que merecemos". Números que son fruto del análisis para saber si "mi forma de ver las cosas está equivocada. Si es así, actúo en consecuencia y cambio procedimientos, pero no puedo cambiar cualquier cosa y de cualquier manera porque algo hay que cambiar". 
Por último, añade que "yo soy el culpable" de la mala marcha del equipo, porque "cuando los jugadores cometen errores es porque el clima que les rodea les hace perder la buena relación con su autoestima. Creo que en lo que he fallado es en que no he rodeado al equipo del clima necesario para que salgan sus cualidades. A mí deberían condenarme por no saber gestionar el clima anímico del equipo".