El recuerdo de aquel mágico '20-N' en el Pizjuán
La pasada temporada trae recuerdos imborrables a los aficionados del Athletic. Llegar a las finales de la Europa League y la Copa no es algo que se consiga todos los años. Además el conjunto rojiblanco dejó para el recuerdo grandes partidos de fútbol con un estilo espectacular.
A nadie se le olvidan las eliminatorias europeas ante el Manchester United o el Schalke 04 e incluso el partido de vuelta de las semifinales en San Mamés ante el Sporting de Portugal. También en Copa la semifinal en San Mamés con goleada al sorprendente Mirandés.
En Liga aunque la temporada fue más vulgar, el Athletic también dejó destellos de su calidad. Sin ir más lejos logró una victoria en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla que rompió una dinámica de ocho derrotas consecutivas y 14 visitas sin arrancar un triunfo. Fue una tarde mágica de un 20 de noviembre de 2011. El Athletic se presentaba en uno de sus campos malditos y lo hacía además con bajas muy importantes. Con el conjunto rojiblanco no estaban ni Iturraspe ni Amorebieta, titulares indiscutibles para Bielsa. También faltaban Ekiza y Gurpegui, entre otros. El técnico rosarino apostó por una defensa con tres centrales en la que formaban Javi Martínez junto a San José y Aurtenetxe. Los carriles en las bandas fueron para Iraola y De Marcos, mientras en el centro del campo Iñigo Pérez manejaba al equipo junto a Herrera. Los tres de arriba sí eran los habituales con Susaeta, Llorente y Muniain.
El Athletic jugó a las mil maravillas sorprendiendo a un Sevilla que no podía ante el vendaval rojiblanco. Iraola adelantó a los cinco minutos de partido al Athletic con un disparo pegado a la cepa del poste. Sin embargo, Navas empató el encuentro nueve minutos más tarde. Parecía que el Sevilla se iría arriba con el gol del empate, pero nada más lejos de la realidad. Iñigo Pérez tomó la batuta en el centro del campo, los centrales se compenetraban a las mil maravillas, las bandas entraban con facilidad en la defensa local y se creaban muchas ocasiones de gol. Sin embargo, hubo que esperar a los últimos minutos para que De Marcos a trompicones acertara a marcar el tanto de la victoria. Se hizo corto el resultado de 1-2 por los méritos de ambos equipos sobre el terreno de juego, pero el Athletic rompió un gafe en un estadio maldito.
Ahora vuelve a visitarlo esta temporada y aunque las circunstancias son totalmente diferentes intentará pescar algo positivo en un Sánchez Pizjuán que solo ha visto 10 victorias rojiblancas en 68 visitas en Primera División, dos de ellas en los últimos 20 años.