Aduriz, un tormento para el Sevilla

Jorge Sampaoli, técnico del Sevilla CF, visitará este sábado por primera vez San Mamés. Seguro que el entrenador argentino ya ha tomado buena nota de lo mal que se le da al equipo hispalense el estadio rojiblanco, y también debería saber que en el Athletic Club, el gol contra el conjunto hispalense tiene un nombre, el de Aritz Aduriz. El ariete donostiarra es la gran amenaza que se cierne sobre los de Sampaoli. No en vano, le ha marcado 9 goles en 23 duelos al Sevilla, 7 en Liga y dos en Europa League, y en los tres últimos choques le ha marcado cuatro tantos. 

Aduriz fue, de hecho, el autor del doblete en la victoria por 3-1 con la que el Athletic Club clausuró la Liga la pasada temporada. El primero, a los 10 minutos, tras un doble regalo de Kolo, que le permitió marcar a placer, dedicando el tanto, con un abrazo, a Carlos Gurpegui, que vivía su despedida. El segundo, en el 31, con una sensacional volea a centro de Markel Susaeta.
Aduriz abrió su particular cuenta goleadora ante el Sevilla en la temporada 2005-2006, marcado el único tanto de la derrota por 2-1 en el Pizjuán. Lo mismo ocurrió una campaña después, pero en San Mamés, donde hizo el único gol en el 1-3 encajado por los de Félix Sarriugarte. Y otro tanto en la 2007-08, de nuevo en Nervión, donde tampoco pudo evitar la contundente derrota 4-1 que infligió el Sevilla al equipo de Caparrós. En las filas del Mallorca, en la 2008-09, también probó su puntería frente al Sevilla, con idéntico resultado, derrota en el Pizjuán 3-1.
De regreso a Bilbao, Aduriz pudo por fin saborear la victoria ante el Sevilla con el gol que dio el triunfo 1-0 a los de Ernesto Valverde en la temporada 2014-2015.
La pasada campaña, el Sevilla se hartó de probar la puntería del '20' rojiblanco. Además de los dos goles ligueros en San Mamés, fue el autor de dos tantos en la eliminatoria de los cuartos de la UEFA Europa League que enfrentó a Athletic Club y Sevilla. Aduriz marcó en el 1-2 de la ida en San Mamés, y en la vuelta en el Pizjuán, abrió el marcador del 1-2 que permitió al Athletic llegar la prórroga y, posteriormente, a la cruel tanda de penaltis. El delantero donostiarra no pudo probar suerte desde la distancia fatídica al lesionarse en el bíceps femoral y tener que pedir el cambio en el minuto 70.