Lezama, damnificado por las roturas de ligamento cruzado anterior
Las plantillas de los dos primeros equipos del Athletic Club, el masculino y el femenino, y también la del filial Bilbao Athletic se han visto afectadas en los últimos años por roturas del ligamento cruzado anterior de rodilla, graves lesiones que suelen necesitar una recuperación de entre 6 y 8 meses.
Los últimos en caer, todos ellos durante este mes de septiembre, han sido los futbolistas del segundo equipo Oihan Sancet, el pasado día 1, e Iñigo Baqué y la centrocampista del femenino Maite Oroz, estos dos en sus respectivos partidos del último sábado en Lezama.
El equipo menos perjudicado por esta lesión, que se ha repetido en 24 ocasiones en los últimos seis años, ha sido el primer equipo masculino.
Iker Muniain, en dos ocasiones (abril de 2015 y septiembre 2017) e Iñigo Ruiz de Galarreta, en octubre de 2012, padecieron esta rotura como futbolistas del primer equipo.
El centrocampista de Eibar la volvió a sufrir justo un año más tarde durante su cesión al Mirandés, al igual que Jonás Ramalho, en mayo de 2015, durante su préstamo al Girona.
Además de Sancet, que trabajó en pretemporada a las órdenes de Eduardo Berizzo y seguía en la dinámica de trabajo del primer equipo, y Baqué fueron Iker Undabarrena, dos veces, Jon Iru, Egoitz Magdaleno, Aitor Seguín, Ager Aketxe y Gorka Pérez los 'cachorros' que se produjeron roturas de ligamento cruzado anterior en alguna de sus rodillas.
De todos modos, el más afectado por esa grave lesión ha sido el equipo femenino, en el que la han sufrido 10 jugadoras. La primera, en este periodo, fue Aitziber Juaristi en febrero de 2012.
Desde entonces han tenido este problema Saioa González, Amaia Solabarrieta, Leire Landa, Irune Murua, Estizen Merino, Alazne Gómez, Nekane Díez, Ainhoa Álvarez y, el pasado sábado, Oroz.
Al respecto del asunto, el máximo responsable de los servicios médicos del Athletic, el doctor Josean Lekue, ya confesó en su día, en una de sus intervenciones anuales a principios de temporada para evaluar el estado físico de la plantilla, en el verano de 2015, que "es un tema" al que él y su equipo dan "muchas vueltas".
"Desde hace algunos años venimos dándole vueltas, sobre todo en los equipos que más cruzados sufren en el Athletic, que son los equipos femeninos y después los juveniles. Venimos haciendo un seguimiento especial desde el punto de vista de la evaluación y de la intervención sobre esos grupos", desveló, al coincidir, como ahora, tres roturas de ligamento cruzado anterior.
Los tres jugadores lesionados entonces eran Muniain, Ramalho y Magdaleno.
Lekue considera que "las lesiones, incluidas las de cruzado, son multifactoriales, ocurren por muchos factores". "Hay factores que tienen que ver con las características de cada jugador o jugadora y que son innatos, y factores extrínsecos que tienen que ver con la carga de entrenamiento, con la carga de competición y con circunstancias de lesiones anteriores. Son muchos los factores", explicó.
También apuntó que el cuerpo médico del Athletic, entre lo que va "rescatando" de su "experiencia y de la bibliografía", intenta "actuar en los factores que son modificables, que no son todos los que concurren en una lesión de cruzado". "Ese es uno de los retos mas destacados que tenemos, no solo nosotros en el Athletic sino en el fútbol", añadió.
Lekue incidió también en que "el cruzado es una lesión que no es particularmente frecuente en el fútbol". "Pero que en nuestro caso al menos viene provocando periodos de baja de en torno a 250 días que suponen una disminución en la disponibilidad y en el rendimiento de jugadores y jugadoras. Y nos preocupa mucho", confesó.
También desveló que: "cuando un jugador se rompe un cruzado nos ponemos en alerta sobre la otra rodilla porque quiere decir que tiene alguna característica que le predispone a romperse el cruzado".
"Con todos ellos y ellas, antes de que se produzca el primer cruzado, como prevención primaria, y después de que se haya producido el segundo cruzado, como prevención secundaria, realizamos intervenciones que van dirigidas fundamentalmente a la mejora del trabajo neuromuscular, a la mejora de la ejecución de los gestos que son más lesivos y al acondicionamiento general de todos los puntos del aparato locomotor que son susceptibles de mejorar desde este punto de vista", finalizó.