¿Cómo ser león sin dar zarpazos?
Sepa la lectora, el lector, que lo que viene a continuación es un ejercicio extremo de irónica escritura. O sea que, cualquier parecido con la realidad que se pudiera encontrar no sería sino pura coincidencia.
Y EL ATHLETIC, POR FIN, TOMÓ 'EJEMPLO'
En plena madrugada y sin un titular que llevarme al dedo índice. Luego de una victoria que pudo ser goleada y a punto estuvo de terminar en empate. Me dejé ir como la espuma de una botella de champán hasta perder toda la fuerza. ¿Fuerza he dicho?... Fuerza desmedida. Descontrolada. El león se va de caza. Ya de salida. La fiera acosa de manera brutal al tierno argentino de cuerpo menudo y liviano y melena al viento que escupe la lluvia sobre el rostro de estos artistas del balón que llegaron del sur queriendo imponer en la Catedral su norte.
De Marcos debería estar encerrado en la celda más húmeda de la trena. Sin visitas. Sin fianza. Y de Capa, qué decir. Que le retiren la ficha. Y de San José, que le retiren lo de santo. Y sobre Dani García, que ponga su bigote a remojar. Y el resto, cuidado con él, que no se esconda. Retirésele el pasaporte. Y el carné de identidad. Ahora. Que es de noche. Ahora. Que duermen. Plácidamente. A pierna suelta. Sin pesadillas. Sin mala conciencia. Derriben la puerta de sus casas. Y la de sus dormitorios. Habrése visto. ¡Lo nunca visto!...
Lo nunca oído. Por fin. Ya era hora. Somos portada final en el resumen de la jornada. GOL. No el de 'Muni' que le ha dado al Athletic una victoria tan justa como corta. GOL el de GOL. El de la programación en abierto. ¿Que hablen de nosotros? Hablan. Lo están haciendo. 'Txikimarco' lidera de la cruzada contra esta horda de salvajes que se asienta en el noreste de la península ibérica.
'Apenas dos minutos y media docena de faltas'. Camorristas. Mikel 'el macarra'. De Marcos 'el carnicero' y Ander Capa a punto de convertirse en 'Chico Quentin Tarantino'. Faltó la sangre. Pena de bolsa de tomate que no se pudo derramar sobre el cuerpo de los mártires béticos. Fallaron a última hora los efectos especiales. Del Athletic se está hablando en la tele que tanto nos quiere. La caja, más tonta que nunca, se ha vuelto loca. No hay cámaras para captar tanta tropelía como la cometida por los 'chicos malos de Gaizka Garitano'.
Que entre el VAR, por Dios. Que beban y se emborrachen. A costa de esta orgía de 'vinagre y rosas'. "Esto es San Mames", se comenta. "¿Es que no lo conocías?", se apostilla. Postilla como anticipo de la cicatriz que dejará la herida. Tantas. Incruentas. Eso les salva de que la gente salga a la calle en lo negro de la noche con intención de linchar a los leones. ¿A los leones, por qué?...¿Es que acaso es entendible un león que no de zarpazos?...¿No fuisteis vosotros los que alimentasteis la leyenda del 'Rey Leon'. "Los leones de San Mames"...
Les iba a hablar de fútbol. Pero, no. De un Athletic que debió dejar sentenciado el partido con una triada de 'bacalaos'. Pero, no. De un Betis que a los suyos les debería dar miedo cuando bailan con el balón a medio metro de la raya de gol de su portería. De un Betis frívolo en sus formas porque todo tiene un límite. De un portero que causa hilaridad en la grada. Es el 'estilo Setien'. 'Hasta la derrota, siempre'. Pero el Athletic no lo mató. Lo perdonó en demasía. ¿Siete veces?... No. ¡Setenta veces siete! Y sin embargo...
Noticia no es para el árbitro que en frío juzga. "Con todo el cariño que le profeso al Athletic Club de Bilbao". ¿Pero es que acaso conoces San Mames?, Sí. ¿Estuviste algún día?, Estuve, sí... ¿Entonces?...
"Entonces, lo que a los que nos ven les estoy contando: que los jugadores rojiblancos se dedicaron a voltear béticos como si fueran muñecos". Ante la mirada de un Estrada que dio cobertura al delito. Porque De Marcos fue expulsado, sí. Pero Capa no lo fue y su comportamiento fue terrorífico...
Y el de Yuri. Iñigo Martínez. Dani García y San José. Cordoba y el disimulo de su cara de niño. Muniain. Pequeño pero matón. Y cuando el líder de la banda lo retira para impedirle que cause más daño, la parroquia de San Mames, cual pueblo romano adocenado, saciada de pan y circo, lo jalea, "¡IiiiiKer...IiiiiKer...IiiiiKer", habrese visto. Y del 'gladiator' africano, que me dicen. Rápido. Veloz. Insaciable. Si tuviera red, tridente y espada...
Balenziaga. Ibai... ¡qué verguenza!... Hasta el público salta a la arena. Y a falta de un 'santiamén', en vez de un suspiro de misericordia, "¡Guruzeta...Guruzeta... Guruzeta... Queremos que liberes a Guruzeta. Y Garitano, complaciente con el pueblo que lo sostiene, libera, suelta, arroja a la arena a Guruzeta. A Gorka. El Salvador. Gurutzeta. Camino de cruces. Tan solo una necesitan estos futbolistas del Athletic para, luego de tamaño tormento como el que han infligido a la escuadra betica, fijar con tres clavos a su rival sobre este madero fantasmagórico que se levanta en el centro del estadio cual columna que estuviera sosteniendo el firmamento.
Era muy tarde. Cansado de tanto ganar. Seco de ideas por tanto llorar de alegría. No se me ocurría nada. El fútbol como juego y deporte se me había quedado dormido en los brazos. Muerto de sueño. Si mi contracrónica no puede superar lo infinito de la hoja en blanco... Entonces... Entonces... Entonces... ¿Entonces, qué?...
Entonces escuché voces. Alcé la vista y lo vi todo. ¡Era el Athletic!... ¡El Athletic, por fin!... Estaban hablando de esos futbolistas que, a partir de las 18:30, podían haber dado buena cuenta del Betis de Quique Setién a nada que un tercio de su pericia hubieran puesto a servicio del gol. Erraron. Fallaron lo que no cabe en este escrito. No se hablaba de ello, sin embargo....
Se hablaba de violencia. De 'homicidio en tentativa dispersa'. De 'rearbitrar' el partido al día siguiente. De los leones. Del selvático animal. De ése, guiado por el ciego instinto. Del que busca el caos. El exterminio. De, pasada la noche, llegada la mañana, con orden judicial en la mano, entrar a la Catedral para comprobar si el césped al salir el sol era un reguero de sesos.
Estoy. Cómo estoy. No diría que contento. Estoy en paz. Porque se ha hecho justicia con los ausentes. Al hablar del león la hacían. Sin ser conscientes la hacían. Por apartar de nosotros lo del agravio comparativo. El Athletic, por fin, a la altura del resto. Ni mejor ni peor, sino todo lo contrario. Peor habría sido perder y que a esta hora estuvieran haciendo leña del árbol caído, o sangre del León herido.
Portada. Por fin. Careta final de un programa de deportes. El León da zarpazos. Causa daño. Recibe castigo. Somos como los demás. Pero, una temporada más, por no descender al infierno de Segunda, iremos a la 'casa de Piru Gainza'. Y brindaremos con champán.