Salir de San Mamés con un chichón en la cabeza
Rezan las estadísticas al uso de la LFP que en el partido contra el Athletic Club de Bilbao disputado el pasado viernes en San Mamés, la defensa del RCD Espanyol tuvo que defenderse de hasta 50 centros al área de los pupilos de Gaizka Garitano.
Uno de ellos, un toque de exterior magnífico de Ibai Gómez, acabó en el gol de Raúl García, el cuarto consecutivo del mediapunta navarro. A él se han agarrado últimamente los leones para sobrevivir en la jungla. Claro que desde Barcelona las cosas se ven de otra manera.
La mayoría de centros vascos los despejaron los zagueros pericos. Los casi 190 centímetros de Naldo fueron un tapón para los bilbaínos, ya que ayudaron a despejar muchos de ellos. El central ha reconocido que acabó el partido de Bilbao con “la cabeza hinchada”.
Hacía un mes y medio que el brasileño no disputaba un partido. También fue en territorio vasco, contra el Eibar de José Luis Mendilibar en Ipurua, donde acabó lesionado. “Me encontré bien, los tratamientos que he trabajado desde la lesión me han dado confianza, aunque quizá me falte ritmo de partido”, ha comentado el brasileño. Del partido, lo que lamenta, es que “salimos con un punto y podríamos haber hecho el 0-2, así que nos fuimos con ganas de victoria”.