El central del Athletic Club Unai Núñez tuvo por fin la oportunidad de debutar por fin con la selección española sub 21 en el Campeonato de Europa de la categoría en el duelo del pasado sábado frente a Polonia, que culminó una goleada (5-0) que otorgó el billete para las semifinales -frente a Francia- y el pasaporte para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Núñez se había subido al tren del Europeo casi en marcha. Después de jugar siete de los 10 partidos de fase de clasificación, se perdió uno por sanción, y su nombre no estuvo en la lista previa a la cita continental -ante Rumanía y Austria-.
El de Sestao no tiene nada que echarle en cara al seleccionador Luis de la Fuente. Ve normal que no le llamara porque "me tiré dos meses sin jugar en el Athletic", asume en en una entrevista al diario Marca.
"Pero sabía que si desde la última convocatoria jugaba y lo hacía bien, creía que tenía posibilidades de venir. Jugué desde entonces cinco partidos a un alto nivel y el míster vio que podía aportar al equipo", señala.
La temporada no ha sido fácil para Núñez. De titular indiscutible el pasado curso a las órdenes de Cuco Ziganda, pasó a ser 'tercer plato' en las alternativas para el eje de la zaga, tanto con el 'Toto' Berizzo como con Gaizka Garitano. Aunque siempre que ha jugado ha rendido a un alto nivel, sus números están muy alejados de los registros de su primera temporada. Apenas 14 partidos entre LaLiga y la Copa.
"Nunca había pasado por esa situación, todo me había venido de cara y este año todo lo contrario", confiesa el central. "Se te hace un poco complicado, pero te apoyas en la familia, amigos, novia y los que están a tu alrededor. Te animan a trabajar".
"Si uno quiere jugar, se entrena a tope para sentirse bien consigo mismo y demostrar al míster que está en perfectas condiciones", añade.
El león encontró la recompensa el pasado sábado, con su titularidad ante Polonia. "El trabajo que tuve que hacer lo hice bien y ahora tengo que seguir con esta dinámica. La clave es insistir, quien se deje llevar porque sabe que no va a jugar es que no quiere ser futbolista".
Su participación en el Europeo reducirá las vacaciones de Núñez a su mínima expresión. Pero el vizcaíno está acostumbrado a hacer sacrificios. "Cada oficio tiene sus cosas buenas y malas. Mi sueño siempre fue ser futbolista y tienes que sacrificar cosas. Quizá mis amigos ahora están en las fiestas de mi pueblo (Sestao), pero yo quiero entrenar y jugar al fútbol", sentencia.
Sobre el desarollo del Europeo, Unai Núñez se queda con la primera media hora realizada ante Italia, pese al mazazo de la derrota. "Estaba en el banquillo el día de Italia y flipé con los primeros 25 minutos, fue un show. Luego les dimos una pequeña oportunidad y cambió todo. Ante Polonia sabíamos que teníamos que darlo todo. Así fue y estamos en semis", concluye