13 años de las lágrimas de Julen Guerrero
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Son cientos, miles, las imágenes icónicas que ha dejado el Athletic Club a lo largo de su centenaria historia. Muchas, la mayoría, reflejando la alegría de los éxitos, personales y colectivos, del equipo rojiblanco. En el lado opuesto, la tristeza de la despedidas y, entre ellas, la que aún permanece en la retina de los athleticzales, la de Julen Guerrero. Un mito que hace hoy 13 años decía adiós deshecho en lágrimas.
La 'Perla de Portugalete colgó las botas por sorpresa, a los 32 años, 24 de los cuales había estado ligado a la disciplina del Athletic, 14 de ellos en el primer equipo. La decisión cogió a contrapie a la plantilla, que se entero de boca del entonces técnico Félix Sarriugarte, durante el entrenamiento de aquel 11 de julio de 2006. Un día antes, el portugalujo se había presentado con el resto del equipo para iniciar la pretemporada.
Arropado por sus compañeros compareció al mediodía en Ibaigane en una rueda de prensa apresurada. Apenas pudo articular palabra ni responder a las preguntas de la prensa. Roto de dolor y empañado en lágrimas, Guerrero se limitó a decir que se sentía "con fuerzas" para seguir, pero que consideraba que "era el momento de dejarlo.
"Por las circunstancias que sean, creo que le va a venir bien al Athletic y que vamos a salir mejor", acertó a explicar el excapitán, dejando en esta última frase el mismo halo de misterio que rodeó a sus últimos años en el Athletic Club.
El emblemático jugador rojiblanco firmó en 1995 un contrato histórico, casi de por vida, hasta el 30 de junio de 2007. El entonces presidente José María Arrate, abrumado por la posibilidad de perder a su buque insignia y el jugador más mediático de las dos última décadas, tocado de cerca por el Real Madrid -al que Julen dijo expresamente 'no'-, se lanzó a fortalecer aún más la fidelidad de Guerrero, con una cláusula que le aseguraba un puesto de entrenador vitalicio en Lezama -luego modificada a indefinida- un vez que dejara el fútbol.
Pero en 2000, con Luis Fernández como entrenador, Guerrero empezó a conocer de cerca el banquillo. En sus últimas cuatro temporadas pasó de ser una pieza inamovible a actor secundario, jugando una media de apenas 14 partidos por curso. Su ostracismo fue objeto de controversia de fieles y críticos, cuestionando su estado de forma o debatiendo sobre casi conspirativas.
Trece años después de su adiós y 11 desde que abandonar el Athletic Club de forma absoluta -tras entrenar al Juvenil-, Julen Guerrero sigue siendo un símbolo del club rojiblanco: décimo jugador con más partidos en la historia de la entidad, con 430 encuentros en los que marcó 116 goles Guerrero ha jugado 430 partidos con el Athletic, en los que marcó 116 goles.