El único puesto en el que no se ve De Marcos
Cuando se habla de polivalencia en el fútbol el jugador que encarna esa definición a la perfección es Oscar de Marcos. Llegó hace diez años al Athletic Club desde el Deportivo Alavés como media punta e interior derecho y la mano de Ernesto Valverde fue reconvertido a su posición más habitual en los últimos años, la de lateral derecho.
Antes pasó por prácticamente todas las demarcaciones. La pasada campaña combinó su puesto en la defensa con el de interior ofreciendo unas prestaciones que recordaron a las de su mejor época. El de Laguardia, con una predisposición siempre ejemplar para adaptarse a las necesidad del equipo, confiesa sin embargo, en tono de broma, hay una en la que no se ve.
"La única que me queda de jugar es central, pero esa si que no la veo. Cada año o dos años me toca cambiar de puesto. Es verdad que como interior me encontré cómodo porque Capa estaba muy bien, fuerte, y me daba mucha liberación. Me encontré bien ahí, pero este año no se donde pelearé. Donde me toque intentaré hacerlo lo mejor posible. Si es de extremo, perfecto. Encantado de la vida", apuntó el alavés en la sala de prensa de Lezama.
De Marcos cree que la competencia en esa banda derecha, aumentada este año con el ascenso al primer equipo del cachorro Gaizka Larrazabal, es buena para el equipo.
"Todas las temporadas suben jugadores o se fichan y siempre hay que pelear el puesto. Eso es muy bueno porque esa competencia hace que el equipo mejore. Ha subido Larrazabal, Ibai vino el temporada pasada a mitad de año, Capa acabó jugando donde venía jugando yo. Creo que eso es bueno. Yo siempre quiero jugar, pero solo el hecho de querer estar ahí, juegue o no, hace que haya competencia. Seguiré peleando por el puesto de lateral, el de extremo, el de media punta, el que sea necesario. Eso hace bueno al equipo y es bueno para todos", reflexionó.