Derrota con sordina para Álex Remiro

El exjugador del Athletic Club Álex Remiro encajaba este sábado su primer gol tras su fichaje por el conjunto donostiarra de la Real Sociedad. El segundo amistoso de la pretemporada, frente al Racing de Santander en Zarautz, ha deparado una fuerte sordina sobre el cancerbero de Cascante.

Después de no encajar gol ante el Real Unión, el meta navarro ha formado de inicio en el once de Imanol Alguacil, que ha decidido dar la titularidad a Remiro en sus dos primeros onces de la pretemporada 2019/20. Si bien sólo ha jugado 45 minutos en cada uno. Las segundas partes fueron para Andoni Zubiaurre.

Suyos han sido los primeros 45 minutos del partido, en los que empezó con alguna acción destacada, por ejemplo ante César, hasta el minuto 36... Ahí el portero Álex Remiro canta gravemente en un balón cruzado por alto, que acabó costando el gol cántabro y la derrota final.

Rápidamente las redes sociales se hicieron eco de su grave error. Un fallo que ha despertado las primeras dudas sobre su rendimiento. Algo no tan inesperado, a fin de cuentas ni ha debutado en Primera y se ha tirado un año sin jugar partidos prácticamente.

Cuatro meses sin probarse

Para Álex Remiro estos dos amistosos han supuesto una sensación casi nueva, la de ponerse bajo palos al margen de un entrenamiento, aunque se trate de un partido de preparación.

La última vez que pudo hacerlo en Bilbao fue el 21 de marzo, en un amistoso que el Athletic Club disputó ante la SD Eibar en Lezama a puerta cerrada. Jugó el primer tiempo, 45 minutos, en los que encajó dos dianas de los armeros, en un choque que acabó 3-3.

Antes Álex Remiro había jugado otro amistoso en otro de los parones ligueros, ante el Real Valladolid, también a puerta cerrada en Lezama, el 9 de septiembre de 2018, con victoria rojiblanca por 3-1).

A las órdenes de Eduardo Berizzo había tenido la oportunidad de disputar minutos en los seis primeros 'bolos' de la pretemporada 2018/19, contra Amorebieta, Barakaldo, ADO Den Haag, Mainz, Hannover y Augsburg, antes de que su decisión de no renovar con el Athletic Club le acabara pasando factura deportiva.