Cuatro golitos, tres puntazos para el Athletic

"Es hora de aparcar la Copa", se dijo en Lezama. El Athletic Club retomó este domingo LaLiga Santander con su visita al Real Valladolid en el Nuevo José Zorrilla. Con el billete asegurado para la gran cita del 18 de abril en La Cartuja frente a la Real Sociedad la idea es navegar en aguas tranquilas e ir preparando el gran compromiso de Sevilla. Va a tener su grado de dificultad, pero a veces la moneda también sale cara. Hoy se ha vencido (1-4) en Pucela con sendos golazos de Unai López y Raúl García amén de la puntilla de Iñaki Williams y Córdoba. Es lo mejor que se puede contar.

Los de Garitano solo habían ganado fuera en El Sadar, el 24 de noviembre, pero esta vez les ha ido de cara. Ha enchufado sus dos primeros remates y pese a los múltiples córners y remates locales se ha llevado tres puntos divinos que le hacen llegar a los 37 tras enhebrar dos victorias consecutivas.

Parece mentira lo que se puede sufrir cuando te adelantas con una doble ventaja, pero vamos, que en el fondo es difícil recordar un partido placentero en esta temporada. Esperemos que ahora, a un partido por semana, aunque sean Atlético de Madrid, SD Eibar, Real Betis y FC Barcelona, se pueda recomponer el equipo antes de la finalísima.

Once refrescado para la "competición primordial"

El tercer partido de la semana, tras las 'finales' ante Villarreal CF y Granada CF exigían frescura. Mental y de piernas. Garitano tiró primero del 1-4-2-3-1 (al final acabó con línea de 5) e introdujo a Lekue, Dani García, Sancet, Unai López o al felizmente recuperado Iñigo Córdoba en su once en el no se pudo contar con los sancionados Capa y Unai Núñez. Pero sí con la alegría de ver a López descerrajar un golazo, de falta directa, en la meta de Masip con escasamente tres minutos de juego. ¡Vaya txitxarrito desde 25 metros del donostiarra y vaya arranque! Su estreno en la faceta goleadora como león, por cierto. Ongi etorri, Unai.

Como recordaba la Adurizpedia hacía justo cuatro años que el Athletic no marcaba de falta directa a domicilio. Algo reseñable, pero que no debe ser sinónimo de autocomplacencia. Porque el balón pasaba a ser de los pucelanos ayudado por varios despistes vizcaínos. Pronto arribaron varios remates de los locales, en los que se divisaba el habitual problema en los balones cruzados sobre el área de Simón. Problemas que también sufre el conjunto de Sergio González.

En el 24' Raúl García les vacunaba, de cabeza, tras una buena asistencia de Córdoba desde la banda izquierda, con Rulo volando por encima del joven titán Salisu. El de Zizur, del que dicen solo marca de penalti, finalizaba una buena jugada de los leones para situar el 0-2 en el marcador. Una ventaja desconocida este curso y algo sorprendente, porque los albivioletas acumularon bastantes llegadas peligrosas. Menos mal que Enes Unal parecía totalmente gafado. Alguna suya fue increíble que no entrase hasta la red. Una sobre todo, queriendo no te sale fallarla ni en 100 intentos.

El Athletic no se ponía 0-2 desde el 23/09/2018 en el Benito Villamarín. Aquello acabó con un 2-2.

¡Bingo! Cada disparo era un gol bilbaíno

Cuando Munuera Montero pitaba el descanso la verdad es que las sensaciones fueron curiosas. De mucha alegría, sin duda, pero... El Valladolid hizo todo el gasto, con 9 remates, y el Athletic se anotó los dos goles. En fin, como dicen ellos mismos con enorme sabiduría, 'el fútbol es así'. Lo que no es de recibo es lo de echarse atrás a vivir de las rentas si no eres el Getafe CF o el Atlético de Madrid. Los leones no saben hacerlo con lo que la escuadra castellana siguió llegando y rematando, en jugada y en balón parado, en el inicio del segundo acto.

La reacción de Garitano fue quitar al amonestado Unai López para dar entrada a Mikel Vesga en el 53', porque la salida rojiblanca había sido nefasta. El juego no era bueno, pero la pelea debe ser innegociable y alguno, como Williams se lo estaba tomando con excesiva calma. Eso no va con Yuri que, con un jugadón, estuvo a punto de generar el tercero si el remate del recién entrado Vesga va un pelín mejor. Si marca era la sentencia definitiva, pero su envío salió cerca del palo largo. Su cambio le sentó muy bien a los vascos.

Unai Simón, presa de los nervios

En el 68', con Álvarez Izquierdo en el VAR, se pidió penalti por una caída de Yuri Berchiche. No se señaló nada. Mientras, Unai Simón maldecía por alguna mala decisión tomada. Ha sido hablar de su posible llamada a la Eurocopa 2020 y el meta de Murgia anda algo dubitativo, sobre todo en sus (no) salidas por arriba. Lleva un par de encuentros desconocido, ya que siempre destaca por su frialdad y madurez. Ahora le han venido los nervios todos juntos.

Iker Muniain iba a ser el segundo relevo zurigorri. Tomó la plaza de un Sancet en progresión, con sus cosas buenas y malas. Como cuando Williams optó por tirar al muñeco en una buena carrera en la que llegaban tres compañeros al remate, jugada preludio del tanto de Sandro, sí Sandro, con la colaboración de Simón y Yeray. El lejano disparo del ex de la Real Sociedad pareció francamente tapable y parable. Pero entró...

Se tiraban ya de los pelos unos y otros, pero un regalo de Masip evitó convertir la recta final en un calvario. Un desbarajuste total a la pucelana permitía al atacante bilbaíno, hoy desaparecido hasta ese momento, empujar a la red el triunfo deseado, el segundo fuera de casa. Una tranquilidad que permitió a Aduriz despedirse con aplausos de otro de sus conjuntos en LaLiga y a Córdoba sumar una diana a su asistencia tras otra pifia de Salisu. Cuatro goles fuera de casa, madre mía. Lo nunca visto.

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