Mumbrú: "El Athletic es casi una religión"
El Athletic Club y Bilbao Basket han reunido este viernes en una amena charla telemática al portero rojiblanco Iago Herrerín y al técnico de los 'hombres de negro', Alex Mumbrú, a los que une una buena amistad. El de Basurto y el catalán han conversado sobre sus profesiones y sus respectivos equipos, a sliq eu han tenido oportunidad de ver en acción. Después de 10 años en Bilbao, Mumbrú se ha empapado bien de bilbainismo y tiene claro que el Athletic es "casi una religión".
"Es imposible ser niño en Bilbao y no ser del Athletic. Mis hijos van con la camiseta del Athletic al cole. No sé si es como una religión, pero casi casi. Es genética, la gente lo vive al máximo, y lo que provoca es que todo el mundo quiera jugar a fútbol, aunque el baloncesto se está haciendo su pequeño hueco", apunta Alex Mumbrú.
"El Athletic tiene una filosofía muy clara, con gente de la cantera, gasta mucho dinero en la cantera, en formar jugadores, en tener ojeadores viendo a jugadores para ficharlos. Se parece mucho en lo que es el Joventut de Badalona cuando salí de allí", recuerda.
El técnico de los MIB recuerda su llegada a Bilbao Basket tras dejar el Real Madrid. "No sabía bien qué iba a pasar y cómo iba a ir en proyecto competitivo como era el Bilbao Basket en el que nos movíamos a Miribilla, un pabellón nuevo y que íbamos poco poro creciendo. Vine para quedarme dos años y llevo ya 10. Me ha dado oído más. Me siento un bilbaíno más . Estoy contento de estar aquí, me han tratado de lujo y e un placer estar aquí”
"Vine para quedarme dos años y llevo ya 10; me siento un bilbaíno más"
Mumbrú y Herrerín han acudido a San Mamés, el viejo y el nuevo; y al BEC y Miribilla, respectivamente, para disfrutar de los partidos del Athletic y Bilbao Basket. "Tengo que decir que todos los partidos que he visto, el Bilbao Basket los ha ganado", desvela Iago, un talismán a quien Alex haría "socio honorífico y que venga siempre a los partidos".
Se citan para una pachanga
"El fútbol y el baloncesto forman parte de sus respectivos entrenamientos; una circunstancia que les daba pie para citarse en una pachanga entre ambos equipos, para disputar un partido de basket o de fútbol sala.
"Nosotros mandamos instalar una canasta en el pabellón y jugamos bastante, Hay buenos jugadores en el equipo, buenos tiradores. Los porteros haceos muchas veces ejercicios de velocidad y de control de balón y usamos la canasta para esos ejercicios. Ya he hablado con Ibon de Bilbao Basket para hacer alguna pachanga juntos", señala Iago
"Cuando estaba en el Madrid jugábamos a baloncesto contra el equipo de fútbol y normalmente les ganábamos de 20-25. Luego jugábamos al fútbol sala, cada gol valía 5 puntos y acababan ganando ellos. Es divertido, deberíamos hacerlo algún día", reta Mumbrú .
De base y de portero
Guardameta y técnico aprovechaban también para cruzar sus posiciones. Mumbrú que Iago "sería un buen base". "Viéndole colocar a la gente en un córner o en una falta, y por altura, le vería de base, organizando y diciendo dónde se tiene que colocar todos. "Si algún día me faltara un base en el equipo estoy dispuesto a ficharle”, bromeaba
Herrerín, que defendía su calidad como "base triplista", ve a "Alex, por altura" bien como "portero, porque el rebote lo domina bien" o "en la otra punta, arriba, a peinar balones y a rematar de cabeza".
Las derrotas
Mumbrú: "Depende de la derrota y de la actitud. Siendo entrenador, convivir conmigo con la derrota cuando el equipo no ha dado el 100% no es fácil, pero si el equipo da el máximo y al final nos ganan porque son mejores, han hecho un buen partido o han estado más acertados, intentamos sobreponemos y mejorar los errores y seguir creciendo como equipo".
Herrerín: "En el caso de un jugador también depende de cómo haya sido la derrota. Cada año que pasa te vas haciendo más veterano en el vestuario, siendo portero, juegues o no, tienes un carácter dentro del vestuario y en los momentos difíciles tratas de levantar la cabeza, ayudar y saber que lo bueno es que en 7 días vas a tener la oportunidad de darle la vuelta, Saber que cuando se gana , no somos los mejores, y que cuando se pierde no somos los peores".