De Bilbao a Italia en taxi, sin bajar la bandera
Recientemente, en ElDesmarque Bizkaia charlabamos con Iñaki Pardo, gerente de Radio Taxi Bilbao, que nos explicaba la labor "altruista" que estaban realizando muchos taxistas de Bilbao en la crisis por la pandemia del coronavirus, colaborando estrechamente con Osakidetza.
El sector del taxi nos ha regalado otro gesto solidario, protagonizado por Kepa Amantegi, un taxista vizcaíno que recorrió 3.700 kilómetros de manera desinteresada para llevar de regreso a Italia a una joven Eramus que se había quedado atrapada sin vuelos en el aeropuerto de Madrid-Barajas debido a la crisis del COVID-19.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Amantegi recuerda que la historia comenzó a principios de abril, cuando un amigo le comentó la situación por la que atravesaba Giada Gialto, una joven italiana de Montebello, en la comarca del Véneto, compañera suya de Erasmus en Bilbao.
"Me preguntó si conocía a algún taxista de Madrid. La chica se había ido a Barajas porque había cogido un vuelo, vía Francia, para ir a Italia, y no podía volar por problemas con las escalas en París", precisa.
Amantegi preguntó entonces a su amigo cuál era, en principio, el objetivo de la joven y, tras conocer que quería regresar a Bilbao, se ofreció a traerla gratis hasta la capital vizcaína.
"La chica se había ido a Barajas porque había cogido un vuelo, vía Francia, para ir a Italia, y no podía volar por problemas con las escalas en París"
A su regreso, trasladó a la joven al piso en el que había residido hasta la fecha y, como "no le abrieron la puerta", la llevó a dormir a su domicilio. Fue entonces cuando se enteraron de que la joven no podría regresar a Italia hasta el próximo mes de junio, por lo que empezaron sopesar la idea de trasladarse en taxi hasta Italia.
Ese mismo día por la noche, precisa Amantegi, se pusieron en contacto con la Ertzaintza, el jueves cumplimentaron todos los papeles con la Embajada de Italia, y el viernes partieron hacia su destino.
No obstante, no tenían la seguridad de poder cumplir su plan, porque mientras que España no ponía objeciones a su viaje, -"había hablado con la Ertzaintza"-, e Italia también, la incógnita estaba a su paso por Francia, ya que "me podían poner pegas y hacerme dar la vuelta".
"Claro en la (frontera) de España de Irun tardas una hora (en regresar a Durango), pero a Ventimiglia (ciudad italiana a escasos kilómetros con Francia) hay mil kilómetros, y otros mil de vuelta. Y yo le dije a ella: ¡si tú quieres corres el riesgo, que eras la interesada en esto, yo estoy dispuesto!", rememora Amantegi, de 22 años.
Al llegar a la frontera con Francia, pasaron sin dificultad, pero cuando llegaron a Italia se pusieron nerviosos, porque "está muy mal con todo esto del coronavirus".
"Yo le dije a ella: ¡si tú quieres corres el riesgo, que eres la interesada en esto, yo estoy dispuesto!"
"Pasamos sin problemas allí, y luego yo sí que, a la vuelta, tuve un control en Toulouse, y otro de la Policía Nacional muy fuerte en Irún. Pero yo tenía todas las medidas de seguridad que podía llevar y llevaba todos los papeles en regla", enfatiza.
Una amiga para toda la vida
El joven taxista reitera que no ha querido cobrar nada por el viaje, a pesar de que tanto la joven antes del viaje como sus padres en Italia le han querido recompensar, porque es una acción, ha subrayado, que le ha salido "del corazón".
Giada se ha convertido en "una amiga para toda la vida". "Al final la chica lo merecía, y como me dijo su madre, le había dado una lección, que una persona desconocida hacer algo así y que le había enseñado que el dinero no lo arregla todo, más en un caso de estos. En mi mano estaba. Al final lo haces o no lo haces, pero luego (la acción) te queda dentro", concluye.
MENUDO SIMP
Guao que jenurisidad de tu parte mil felicitaciones