La plantilla de Garitano se quita las telarañas en Lezama

El Athletic Club de Bilbao, que ayer lunes retomaba el trabajo en Lezama, ha retornado este martes a su nueva normalidad de trabajo con vistas al posible retorno en el mes de junio de LaLiga Santander. "Lo veo difícil, pero nunca se pierde la esperanza. Creo que hay que tener esperanza y yendo poco a poco, con cautela, ya se irá viendo", dijo Iñaki Williams por la noche durante una entrevista en el programa El Partidazo #VolverEsGanar, de Movistar, sobre esa próxima vuelta a la competición. Lo cierto es que en una jornada en la que Euskadi registra las cifras más bajas desde el confinamiento, con 5 muertos y 11 infectados, parece que el fútbol profesional está ya cada vez más cerca.

También comentaba el atacante bilbaíno que en la primera sesión, después de 58 días sin pisar las instalaciones de Lezama, "el balón parecía más cuadrado que redondo". Es algo normal, que se ha de ir quitando con el paso de las jornadas y la recuperación de las sensaciones físicas y técnicas. Todo es igual pero a la vez tan diferente. Por allí pudieron verse de nuevo los botes de desinfectante, guantes, cajones, minitramps y termómetros, que pasarán a ser las nuevas herramientas de cada sesión de trabajo.

Abdominales, flexiones y a desinfectar la esterilla. Eso es tan sólo uno de los procesos que se llevan a cabo para mantener desinfectados todos los elementos necesarios en los entrenamientos. La conciencia de cómo actuar parece que ya se ha adoptado a fuego entre la primera plantilla vizcaína.

Los de Gaizka Garitano, entrenan a puerta cerrada todos los días de esta semana excepto el domingo. Ahí tendrán un descanso. Todos los entrenamientos individuales comienzan a las 09:00 horas, pero los jugadores van llegando a ellos de forma escalonada, por lo que el último termina su tarea en torno a las 13:30 horas.

De Marcos y Villalibre se muestran recuperados en Lezama

Oscar de Marcos y Asier Villalibre serán los refuerzos del Athletic en la vuelta a la competición tras el confinamiento de casi dos meses por la pandemia de coronavirus, que a ambos les pilló ya casi recuperados de las respectivas lesiones que les habían tenido de baja.

De Marcos se había perdido casi toda la temporada, ya que sufrió una lesión en el tobillo izquierdo en la segunda jornada en Getafe, el 24 de agosto, que le obligó a operarse mediante cirugía artroscópica el 20 de diciembre.

El polivalente jugador de Laguardia pareció estar recuperado y hasta jugó en un par de partidos ante el Celta de Vigo y Atlético de Madrid en el mes de octubre, ninguno completo, pero sus problemas no se solucionaron y tuvo que pasar por el quirófano.

Justo antes de entrar en vigor el estado de alarma por la alerta sanitaria, De Marcos estaba a punto de cumplir los plazos establecidos para su recuperación, que eran de tres meses, y durante el confinamiento, ya prácticamente recuperado, fue padre.

Villalibre, una de las sorpresas agradables de la temporada para la afición bilbaína, sufrió una fractura en una vértebra lumbar el 16 de febrero en el choque ante el CA Osasuna en Bilbao y, en principio, debería haber estado de baja al menos un mes.

Pero ya en los días previos al choque liguero ante el Atlético de Madrid, previsto para el 15 de marzo y aplazado por la pandemia de COVID-19, el 'Búfalo' de Gernika se encontraba prácticamente recuperado y a la espera de las intenciones de Gaizka Garitano.

Curiosamente, ha sido el ariete vizcaíno el que ha dado el pistoletazo de salida para la vuelta al trabajo 'reclutando' a sus compañeros interpretando a la trompeta el himno del Athletic.

Además de con De Marcos y Villalibre, el técnico de Derio puede contar también con Beñat Etxebarria, ausente de los entrenamientos de los días previos al parón por un esguince de tobillo

Asimismo, Garitano recuperaría para en ese primer choque ante el Atlético en la vuelta a la competición a Ander Capa y Unai Núñez. Los dos fueron baja por acumulación de amonestaciones en el último partido disputado por el conjunto rojiblanco, la goleada al Real Valladolid en el José Zorrilla (1-4).