Fernando Amorebieta y su nuevo rol en Cerro Porteño
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Las caricias de Fernando Amorebieta dejan huella en el mundo entero
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Fernando Amorebieta llega a Barrio Obrero
Fernando Amorebieta, exjugador del Athletic Club, ha decidido colgar las botas a sus 35 años de edad para integrarse en el cuerpo técnico de su último equipo, el paraguayo Club Cerro Porteño. El defensa pone fin a una carrera de 17 temporadas donde ha jugado en España, Inglaterra, Argentina y Paraguay.
El experimentado central de origen venezolano, dio sus primeras patadas al balón en el colegio de San Miguel de Yurreta, para más tarde formarse en las categorías inferiores del Athletic Club. Con 17 años, cuando militaba en las filas del Juvenil A, Jupp Heynckes, quien por aquel entonces dirigía al primer equipo, incorporó a Fernando a sus entrenamientos. Finalmente sería con Javier Clemente al mando cuando debutaría en LaLiga Santander en la temporada 2005-06.
Poco a poco fue ganándose el puesto, hasta convertirse en titular indiscutible. En total fueron 8 temporadas defendiendo la camiseta del Athletic, jugando un total de 253 partidos y anotando 4 goles. Alcanzó tres finales, y en Bilbao se le sigue recordando como un central duro y polémico.
Tras dejar Bilbao, Amorebieta no logró asentarse en ningún equipo
El internacional por Venezuela comenzó su nueva aventura firmando un contrato por 4 años con el Fulham, histórico equipo inglés. Tras una primera campaña en la que tuvo bastante participación, los 'Cottagers' perdieron la categoría al acabar últimos en la clasificación. Las lesiones y la poca presencia en el juego provocaron que 'La grulla' recalara en el Sporting de Gijón tras una cesión en el Middlesbrough. Ese año tampoco conseguiría la permanencia, y tras ser el jugador más amonestado de La Liga, hizo las maletas rumbo a Argentina.
En el Independiente de Avellanada tampoco le fueron mucho mejor las cosas, y una lesión le mantuvo 8 meses alejado de los terrenos de juego. Finalmente ficharía por el club paraguayo Cerro Porteño, donde ha anunciado su retirada para echar una mano al cuerpo técnico.