Y, a cambio, qué se le pide a Marcelino en el Athletic
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Con firma y con sonrisa: Marcelino ya es oficialmente nuevo entrenador del Athletic
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Marcelino ya ejerce como entrenador del Athletic
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La dieta y la alimentación, una de las obsesiones de Marcelino
De entrada quiero dejar claras dos premisas con respecto al fichaje de Marcelino García Toral para dirigir al Athletic Club hasta 2022. Lo primero es que le considero un entrenador Top. Me parece absolutamente capacitado para confiar en que pueda sacar un buen rendimiento al conjunto de San Mamés. Su historial le avala, que hablamos de un tipo que metió al Racing de Santander en la UEFA Europa League (y le ganó al Manchester City). Ha entrado varías veces en Champions y le ha ganado una final de Copa al Barça que las acumulaba casi por castigo.
Y en segundo lugar, que le doy nula importancia al tema de sus pasadas declaraciones. Él mismo ha aclarado, no ahora, sino ya años atrás, que él utilizaba sus tácticas para tratar de condicionar a los árbitros o a los rivales. Sin mayores ojerizas. Será más o menos elegante, pero es lo mismo que cuando Raúl García nos enseñaba sus codos o cuando Iñigo Martínez nos mostraba sus tacos antes de recalar en Bilbao. Ahora son de los nuestros y con ellos a muerte.
🆕 Primeros pasos de 𝗠𝗮𝗿𝗰𝗲𝗹𝗶𝗻𝗼 en Lezama 👣#OngiEtorriMarcelino 🔴⚪️ #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/DhyjQ1Btgk
— Athletic Club (@AthleticClub) January 5, 2021
Las cosas de Marcelino
Yendo a la futbolístico cuando tú diriges un club y fichas a Marcelo Bielsa es para que haga de Bielsa, y cuando fichas a José Mourinho es para que haga de Mourinho, no tiene sentido tratar de intercambiar sus personajes. En ese sentido, con sus cosas buenas y malas, Marcelino tampoco engaña a nadie. Va a lo suyo y lo suele hacer bien.
Puede ser un personaje polémico que ha salido mal de varios clubes, pero desde luego nadie ha dicho que no sea un súper profesional, que mete más horas que nadie y que vive por y para sacarle rendimiento a sus plantillas. Sí, también a los chavales jóvenes de las canteras.
Por tanto cualquier queja previa en el fondo es absurda. Hemos apostado por Marcelino y con él hay que ir. Y si las quejas son del tipo que pide tener mucho poder, ¿entonces a qué estamos? Traemos alguien que queremos que ponga a tope el nivel de exigencia pero coartamos el que pueda tomar decisiones,... O que no haga valer que el hecho de venir de fuera de Lezama le permita no tener ningún tipo de mochila, sea endogámica o de amistad, que le ate. Señoras y señores, o estamos a setas o estamos a Rolex.