Athletic: el que mucho abarca poco aprieta

Hace no mucho tiempo, tras el mal arranque de la temporada del Athletic Club, casi todos firmábamos no pasar apuros en LaLiga Santander y competir en la final de Copa para intentar ganarla sin ser claros favoritos. La llegada de Marcelino, con una Supercopa en sus primeros días de trabajo, ha reactivado la ambición de todos los rojiblancos. Y ya no nos conformamos con los objetivos que teníamos en mente el 31 de diciembre tras caer contra la Real Sociedad en San Mamés.

Ahora queremos ganar la final del día 3 de abril, jugar y ganar la del 17 y pelear por una plaza europea. Incluso algunos hablan de Champions. Yo soy optimista por naturaleza pero creo que el desgaste de la Copa y las rotaciones nos penalizan en liga, siendo muy difícil abarcar todos los objetivos "de última hora".

Y, por ello, aunque no debemos renunciar a nada, debemos tener los pies en el suelo para no llevarnos un gran disgusto si se tuerce la cosa en las próximas semanas.

Seamos optimistas con este Athletic

Si pasamos a la segunda final (creo que lo vamos a conseguir), valoraremos la situación en liga y veremos si nos centramos en las finales o da el chicle para una pelea por Europa aunque para ello deberíamos hacer una tacada importante de puntos que es difícil pero no imposible.

Eibar, Deportivo Alavés, Osasuna, Real Valladolid y otros equipos de la cola de la tabla deben pasar por La Catedral y aunque jugar en casa o fuera cada vez es menos decisivo por la falta de público, tengo la esperanza de conseguir muchos puntos y recortar distancias con los equipos que nos preceden.

Los de arriba siguen fuertes pero estamos en la cresta de la ola y debemos aprovechar este impulso para seguir la pelea en todos los frentes deportivos, recuperar la ilusión de la afición día a día y meter el veneno rojiblanco a los más jóvenes.

Debemos ser ambiciosos y exigentes con nuestro Athletic para vivir unas semanas que son históricas pero tampoco volvernos locos con lo que se puede conseguir porque podemos llegar a tocar el cielo si sale todo bien pero también quedarnos muy vacíos si fallamos en los partidos más importantes.

Lo dicho, vamos a disfrutar cada día en rojiblanco como si fuese el último de nuestra vida deportiva y lo que tenga que ser pues será... como dicen en Andalucía, que nos quiten lo "bailao".