La incógnita del doble pivote en el once de Marcelino para la final
Cuando se anunció el once que eligió el sábado Marcelino García Toral para medirse a la SD Eibar, a pocos les cupieron dudas de que ese equipo era también el que tenía en mente el técnico para la primera de las dos finales de Copa que le esperan al Athletic Club, la aplazada de la temporada pasada ante la Real Sociedad.
Un once compuesto por Unai Simón; De Marcos, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Berenguer, Unai López, Vesga, Muniain; Raúl García y Williams.
Con las ideas claras a su llegada
Marcelino dejó claro el once nada más llegar a Bilbao a principios de enero y apenas si le ha añadido algún matiz según ha ido pasando el tiempo. El más importante, atrasar a Oscar de Marcos al lateral derecho para mantener a un Alex Berenguer que empezó suplente y se ha ganado el puesto a base de buen juego y goles, muchos goles.
Disquisiciones en el doble pivote
Aunque es cierto también que ya desde el principio dejó entrever ciertas dudas en el doble pivote. Con Unai López lesionado, arrancó ante el Barcelona en San Mamés con la pareja Unai Vencedor-Mikel Vesga, pero ya para la Supercopa, en su segundo y tercer partidos, se decantó por Dani García en detrimento de Vesga.
Con el tiempo fue perdiendo fuerza Vencedor, que cometió algunos errores gruesos que costaron goles y Unai López, nada más regresar, se hizo con un puesto de titular. Vencedor y Unai López son los llamados, en principio, a responsabilizarse de la mitad más creativa de la pareja de medios centro.
Tampoco pareció que al técnico le acabe de llenar Dani García, muy táctico y defensivo pero menos vertical en el juego de ataque, algo a lo que el técnico da mucha importancia.
Con el paso del tiempo, la pareja Unai-Vesga se iba haciendo con las preferencias del entrenador y al ser elegida ante el Eibar, el último ensayo antes de la grandes citas de abril en La Cartuja, el misterio pareció quedar desvelado: ambos eran los elegidos para el equipo de las finales.
Por lo menos para la primera, la del día 3 ante la Real Sociedad aplazada de la temporada pasada por la pandemia.
Pero ante el Eibar Unai López repitió errores que habían lastrado a Vencedor, Vesga no mejoró la peor versión de Dani García y Marcelino se enfadó. Al descanso, los titulares al banquillo y los suplentes, que algo mejoraron a los sustituidos, al campo.
Y con ello, la incógnita en ese doble pivote para una final ante la Real Sociedad en el que todo lo demás está claro. Tanto el bloque defensivo como el de ataque.
La defensa y el ataque, decididos
En defensa, Marcelino ha dejado claro que su portero es Unai Simón, que ha jugado hasta los partidos importantes de la Copa; y su línea de cuatro la formada por De Marcos, Yeray Álvarez, Íñigo Martínez y Yuri Berchiche.
No ha tenido problemas el técnico en echar mando de Ander Capa, que empezó de titular, para el lateral derecho, Unai Nuñez como primer recambio de los centrales; Mikel Balenziaga como sustituto de Yuri, al que relevó con enorme éxito en la Supercopa; y hasta de Íñigo Lekue en las dos bandas.
Pero la defensa está tan clara como el ataque, donde es fijo e indiscutible el tridente Iker Muniain-Raúl García-Iñaki Williams, con Berenguer en la banda derecha.
No flaquea en esa idea Marcelino ni ante la presencia de Asier Villalibre, que ya está empezando a ser un icono en la entidad por su peculiar manera de ser, sus goles cuando tiene la opción de jugar y la trompeta que ha hecho famosa en las celebraciones de su equipo.
Tampoco da mucha opción de inicio el asturiano al atrevido Jon Morcillo, un 'cachorro' zurdo, de buen pie y agresivo que empezó la temporada pujante en la banda izquierda. A ese costado ha vuelto Muniain, capitán del equipo y capital en el juego ofensivo, con la llegada de Marcelino.
En resumen, muchas certezas y dudas inesperadas en el doble pivote de cara al once del Athletic en la final de Copa ante la Real, para el que hay nueve fijos: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Berenguer, Muniain, Raúl García y Williams. ¿Los dos que faltan? Los que elija Marcelino para el doble pivote, que ya no están tan claros.