Simone Biles y el tabú de la salud mental visto por Raúl García
La salud mental no tiene porqué ser un tema tabú, o al menos no debería serlo, pero parece que hay cierto miedo a tocar un asunto que más allá del deporte compete a todas las personas. Cualquiera, en cualquier actividad, puede verse afectado en algún momento de su vida personal y profesional. Es hora de correr la cortina y afrontar los hechos sin temor.
Así lo ve por ejemplo el jugador navarro del Athletic Club de Bilbao Raúl García, que se ha pronunciado en 'El Transistor' sobre un caso tan mediático a nivel mundial como el de la gimnasta norteamericana Simone Biles y su valiente decisión en los Juegos Olímpicos de Tokio.
La estrella estadounidense, que se retiró del concurso por equipos y renunció al individual, tampoco afrontará las finales de potro ni la de barras asimétricas. Sin embargo frente a los que han apoyado su decisión también surgen voces críticas. Es la vida actual de los eternos debates en las RRSS en los que no hay término medio: o apoyo o palos.
Raúl García entra a fondo al debate
El pupilo de Marcelino García Toral, con la madurez que le dan sus 35 años llenos de batallas y estrés competitivo, no ve como algo tabú abordar el asunto de la salud mental, destacando que debe ser un tema del que se debe hablar sin rodeos y sin victimismo. "Parece que hablar de eso es quejarse y es todo lo contrario", dijo el de Zizur Mayor en Onda Cero.
"Cualquier deporte de elite tiene su exigencia, el que está ahí es por algo, como por las cosas que ha tenido que hacer y privarse para poder llegar a estar en la élite. Es bueno que todo el mundo entienda que eso no tiene que ser un tema tabú, que está a la orden de el día, que la exigencia es la que es y al final en muchas situaciones, sobre todo de gente joven, hay que saber como gestionarlo", valoraba un curtido Raúl García.
Raúl García debería pensar si la situación de varios de sus compañeros, o ¿no son compañeros? en el Athetic, va a hacer mella en su salud mental. Por su veterania algo obligado podría sentirse...pero impera la ley del silencio.