En recta final, el Aitor Elizegi más combativo

Ser presidente del Athletic es el sueño de muchos vizcaínos, ¿puede esconder eso una pesadilla? Conforme se acerca el final de la legislatura y presumiblemente el de la etapa de Aitor Elizegi en el Athletic Club, da la sensación de que el presidente rojiblanco se ha soltado las bridas, que melena ya poca. O, directamente, que ya está harto de aguantar ataques y palos por el mero hecho de sentarse "un cocinero" en Ibaigane. No se lo han puesto nada fácil, ¿y con el que venga detrás cambiará algo? Más vale.

En esta gira de entrevistas que está realizando en diferentes medios de comunicación para ir preparando el terreno de la asamblea del sábado, ha ido mutando de sus habituales lugares comunes, floridos y llenos de circunloquios pomposos, a ir cada vez más al grano.

Aitor Elizegi hace suyo el planteamiento del certero analista de la vida zurigorri Txetxu Lertxundi (presidente de 1990 a 1994): "el Athletic más que un buen ganador necesita un buen perdedor"

Tal vez llega tarde esta metamorfosis, pero también posiblemente llega un momento en el que uno se cansa de ser el muñeco del pimpampum. En la entrevista de esta semana en ONDA VASCA dejó varias perlas que se desconocían.

Elizegi y el papel de buen perdedor en el Athletic

Por ejemplo, la tensa llamada que tuvo como única comunicación con Josu Urrutia desde el año 2018 hasta hoy. O el hecho de que augure un futuro mejor para el Athletic porque si él no se presenta o pierde las elecciones va a ser un candidato perdedor muy diferente a lo visto en los últimos años,...

Un fuerte recado al que sumó el afirmar que cuando "se es expresidente del Athletic lo mejor es no ser Socio Compromisario". Tras años de silencio, amplias dosis de Hemoal, aciertos, errores, polémicas artificiales en RRSS y también mucho chau-chau inocuo por su parte, aquello pareció por momentos un campeonato de dardos de un pub de Fleet Street.

Y como remate un silencio muy significativo...

Cuando le preguntaron si sospechaba que si anunciase antes de la asamblea que no se iba a presentar a la reelección eso iba a ser como un interruptor para que le aprobarán cuentas y presupuestos, su silencio fue tan pétreo e interpretable como lo era el muro de Berlín.

Ese es el clima. Cada cual que saque sus propias conclusiones. Pero reitero una vez más, ojalá que en las elecciones de 2022 haya una sola candidatura de consenso general, o que al menos si hay un ganador y un perdedor todo el mundo esté por ayudar y no por darle 'leña al mono hasta que hable inglés'. Ganará el Athletic, los apellidos son lo de menos.