Marcelino suspende el entrenamiento y busca pareja de centrales
El entrenador del Athletic Club, Marcelino García Toral, ha suspendido el entrenamiento programado para este lunes en Lezama, el posterior al derbi vasco del domingo ante la Real Sociedad en el Reale Arena, y ha dado jornada de descanso a la plantilla rojiblanca. Así, el equipo bilbaíno empezará a preparar su próximo compromiso, el partido de LaLiga Santander de este viernes ante el Cádiz CF en San Mamés (21.00 horas) mañana, martes.
Lo hará con tres sesiones de trabajo en Lezama martes, miércoles y jueves, todas matinales (11.00 horas) y todas a puerta cerrada para los aficionados. Tras la del viernes, Marcelino ofrecerá la rueda de prensa previa al choque que dará paso al tercer parón liguero con motivo de los encuentros entre selecciones.
Problemas con los centrales para Marcelino
En esas sesiones de trabajo se verá la evolución de las molestias de Yeray Álvarez en el abductor que refirió en el partido de Anoeta y de los problemas estomacales que impidieron a última hora estar disponible a Mikel Balenziaga.
Si Balenziaga tiene un sustituto claro en Íñigo Lekue, el estado de Yeray es muy relevante para el conjunto rojiblanco, ya que no podrán jugar el viernes dos de los cuatro centrales de la plantilla, el lesionado Daniel Vivian, una de las buenas noticias del equipo vasco esta temporada, y el sancionado Íñigo Martínez, quien vio dos tarjetas amarillas y fue expulsado ante la Real.
Amplio parte de bajas
Por ello, apunta a titular fijo ante el Cádiz Unai Nuñez, quien entró al campo en el Reale Arena tras ser expulsado Íñigo.
Otras bajas que se presumen para el viernes son las de Oier Zarraga y Asier Villalibre, ausentes en los últimos partidos por sendas lesiones musculares.
Ausencias seguras frente al Cádiz, junto a las de Vivian e Íñigo Martínez, son las de Yuri Berchiche y Peru Nolaskoain, ambos lesionados de larga duración.
Iba a ir con los chavales, pero no me dejan entrar, ni ver a los lesionados que cada vez son más
Le han cambiado el nombre ahora se llama puerta cerrada