Los borrones de Agirrezabala y la suplencia del "puto amo" de Garitano

Los cuartos de final de la Copa, a la vuelta del 'córner'. El Athletic Club espera en San Mamés al Real Madrid de Carlo Ancelotti. Cuestionado en sala de prensa, Marcelino García Toral confirmó la titularidad de Julen Agirrezabala en la portería. O sea que, "Julen y diez más". De tumbar a los merengues, el arquero del Bilbao Athletic mantendría su privilegiado puesto hasta una hipotética final.

Con el universo Athleticzale ilusionado con medrar en su competición predilecta, llama poderosamente la atención que el técnico de Careñes le 'regale' la portería al segundo guardameta de su listado. Al reserva de Unai Simón, internacional absoluto con la 'Roja de Luis Enrique'.

Para mi, tomando en cuenta tamaña decisión, no sería correcto decir que Marcelino "va con todo" a la batalla de San Mamés frente al actual líder de LaLiga Santander.

Deberá escoger los diez mejores jugadores de campo de su plantilla. Los que, a su entender, se adecúen al tipo de pugna que se presume en la Catedral. Jugándose lo que el Athletic se juega, no se entiende que Marcelino active a Agirrezabala dejando a Simón en el banquillo.

El segundo portero de Marcelino, protagonizando un 'sorpasso' en toda regla con respecto al indiscutible titular de Luis Enrique Martínez

En el Bilbao Athletic vs C.D. Leonesa, Agirrezabala se convirtió en el protagonista del partido...

Triste protagonista. Desafortunado. Por delante en el marcador los 'cachorros de Patxi Salinas' [0-1] merced a un gol de Luis Bilbao, Julen, el 'portero de la Copa', se disponía a fracasar de bulto en el juego aéreo para terminar ahogando a su equipo. A la conclusión del choque de Lezama, Patxi Salinas habría de rememorar con amargura los dos goles con los que la Leonesa volteó un encuentro que era suyo.

"Cuando abandonas la portería, hazlo convencido de que contactaras con el esférico". Es una máxima innegociable de los entrenadores. Pues bien. Salió a por uvas en un centro lateral. Sus puños golpeando una cabeza. La pelota, a merced. Portería vacía. Gol.

Se había quedado con el molde.
Aunque el partido había sido más de los de Salinas que los de Curro Torres, el empate conllevaba un punto que no se podía escapar. Había tiempo, sin embargo. ¡Maldito tiempo!

Botó la 'Cultu' un córner desde el costado izquierdo. El balón, alto, blando. Carente de maldad. Caía lento sobre un barullo de cabezas. Julen había tenido el tiempo suficiente para abandonar la portería y atajarlo. Se quedó clavado en la línea de gol. Pisando cal. Como si se tratara de un penalti y tuviera al árbitro alerta.

Una cabeza. Un testarazo. Cuando vio llegar la pelota, se lanzó en estirada sabiendo que jamás alcanzaría el cuero. En un notable partido, el Bilbao Athletic se fue a la ducha lamentando una derrota sangrante.

Es frase hecha que "hasta el mejor escribano echa un borrón". Dos, en el caso que nos ocupa.

Dos borrones que desfiguraron la buena letra de su equipo. Podría haber dicho su entrenador que "Julen es el puto amo". Se decantó por denunciar los dos fallos muy graves que le habían costado el partido a su equipo. Uno se imagina a Marcelino viendo el partido. Sintiéndose, sería lo propio, esclavo de esas palabras que le regalaban a Agirrezabala la portería de la Copa.

Si el de Careñes no es consciente de su decisión, se podría hablar de 'negligencia'. Si lo es, y por orgullo se enroca, de 'prevaricación'. Tirando piedras contra su propio tejado. El de la Catedral. La que espera al Real Madrid. Con Agirrezabala confirmado. Dos borrones recientes. "Hasta el mejor escribano", se dice. ¡Pero es que Julen no lo es! Por delante tiene a la apuesta de Luis Enrique. El "puto amo" de Gaizka Garitano.

• Por Kuitxi Pérez, socio del Athletic Club