Oihan Sancet pasa el trago trabajando en Lezama

Había cierto morbo por ver a Oihan Sancet (25 de abril de 2000, 21 años) tras el  incidente que el atacante de Mendillorri vivió en la noche del fin de semana en su Pamplona natal con la Policía Foral tras una salida de la vía y una fuga a pie hacia Burlada. La última hora dice, según algunas fuentes como Noticias de Navarra, que conducía un amigo suyo que es quien se habría presentado en la comisaría para autoinculparse de llevar el vehículo accidentado. No está del todo claro.

Sea como fuere la historia el joven futbolista navarro del Athletic Club ha entrenado con normalidad este lunes junto a sus compañeros, con lo que parece que llega con opciones de jugar este jueves en Copa ante el Real Madrid, salvo que Marcelino García Toral diga la contrario en la rueda de prensa del miércoles previa a la convocatoria.

La Policía Municipal de Pamplona es quien investiga el accidente de tráfico ocurrido en la madrugada del domingo y que se saldó únicamente con daños materiales.

Siendo un episodio feo, no deja de ser habitual entre tantos jugadores jóvenes. Lo ha sido y lo será. Guste o no guste, aunque no hay que justificarlo, pero tampoco lapidarle por ello. Lo importante es que no le ha pasado nada ni a él ni a sus acompañantes ni a nadie de alrededor, salvo al coche y al mobiliario urbano, y debe permitir que le sirva de lección para el futuro.

El proceso de maduración de Oihan Sancet

Ha gastado un comodín de las chiquilladas y le vendrá bien para saber lo que no tiene que hacer. Más aún teniendo en cuenta la repercusión que tienen los actos de un futbolista profesional de LaLiga Santander y la imagen que da del Club que le paga y al que representa. Las RRSS no perdonan y tienen memoria. La mejor forma de hacerse perdonar es rendir bien y darle alegrías a la afición que hoy está un pelín disgustada. Todo se pasa.