El penúltimo 'calentamiento' de Ander Capa

¿Le invitó a calentar para que San Mamés se enfadara y la Catedral se incendiara? ¿O, acaso, el míster del Athletic Club [¡renovación ya, Marcelino!] esperaba que la grada, puesta en pie, le ovacionara por el acto de justicia que suponía darle a Ander Capa la oportunidad de que corriera paralelo a la banda por segunda vez en lo que va de curso?

¿O no era consciente de su determinación? ¿O le dijo "adonde vas" y el lateral jarrillero entendió "manzanas traigo"? Un malentendido. Así debió de suceder. Porque mi inteligencia emocional no me permite dudar de un entrenador que es honesto y, además, lo parece. Y sin embargo...

El día en que lo iban a 'matar', Capa se levantó de la cama luego de haber soñado "que volaba" sobre el Metropolitano del Atlético de Madrid. Sin alas. Desplazarse por el aire. Correr sin pisar la hierba. Esa sensación de levedad, mágica, liviana, idílica, celestial que al ser humano el mundo onírico le suele regalar en las noches generosas.

La titularidad de la que gozó le hizo entender que un 'futbolista despierto' también es capaz de "volar". Quién no ha volado vestido de corto.

En Las Llanas. En Garellano. En Tabira. En Maiona. En el viejo Urritxe 'vintage'. Y en La Florida, cómo no. Kuitxi sabe, porque en ese colegio nació, de 'un tal Sarabia' que en el 'patio de su recreo' de portería a portería volaba a lomos de una 'bicicleta'.

Sucedió que, en pleno vuelo, le vino sin saber por qué la imagen de Icaro sobre volando el Laberinto ideado por su padre, Dédalo. Fatídica visión. Sintió frío. Su instinto humano le llevó a buscar calor acercándose al Sol. El mito, entonces, despojado de su manto de alegoría, derritió la cera con la que las alas habían sido adheridas a sus hombros. ¡Hombre al mar! ¡Futbolista al suelo!

Caída tan imprevista y brusca provocó una avería muy seria en una de las rodillas de Ander Capa. Fue entonces que, viaje violento el del tiempo para unir pasado y presente, el jugador del Athletic necesitó el soporte de dos hombros para abandonar el terreno de juego. Mejor así que en parihuelas a fin de que sus seres más queridos no se angustiaran.

Dio igual el cómo, el modo, la manera. Capa, más allá del dolor y el sufrimiento con el que abandonaba la partida, tal era su aturdimiento, no pudo siquiera intuir que aquel abandono de un estadio madrileño conllevaba la retirada de su casa, San Mamés. Cómo imaginar algo tan cruel, ¿verdad?

Nadie sabe lo que habría sucedido si Ander Capa no se hubiera lesionado de gravedad

Ya en el dique seco, se afanó en el trabajo, ¡el duro trabajo! Cuando llegaba a casa y el cansancio lo vencía, recuperó, hasta el hábito, ese don suyo de volar en pleno sueño. Lo que él deseaba, sin embargo, lo que en verdad anhelaba era "sentir que volaba" sobre la misma hierba que había acogido su cuerpo en la caída.

"Si me levanto temprano / fresco y curado", canturreaba. "Y te digo voy al campo / para aliviarme de ti", rodilla maltrecha que me has castigado tanto. Empezó a ir. Iba. A reunirse con sus compañeros, como antes de su lesión. Algo raro notó, pero no sabía el qué. Hasta saberse postergado sin entender el por qué. Ese no comprender su propia existencia que tanto angustia al ser humano.

La última vez lo vi peloteando en el intermedio del Athletic Club vs RCD Espanyol. Pisando las botas 'su banda, pero 'por fuera'. Por segunda vez en lo que iba de curso, Ander Capa calentaba con la convicción del que sabe que no podrá saltar al otro lado de la 'ventana'. "¡Ander Capa / Askatu"! Era la grada. Su afición. Ejerciendo el derecho a la manifestación que, al decirle a Capa "calienta", el técnico del Athletic había 'autorizado'.

Tras una victoria tan sufrida, en la sala de prensa 'Jose Iragorri', Marcelino García Toral afeó la "incongruencia que conlleva darle cinco días de descanso al Valencia CF, y tan sólo tres a nosotros", semifinalistas, como el cuadro 'che', en busca del preciado billete que dará acceso a la gran final de La Cartuja. "Incongruencia" Por fin.

Esa es la palabra. La "falta de coherencia" entre la "acción" de contar con toda la plantilla menos con uno de sus integrantes. "Conducta contradictoria". Cuando "la lógica" pierde el sentido. Cuando, "teniéndolo a mi disposición", Marcelino asiste al paso del tiempo. Acaba de "cumplir treinta años"... "Hey", Ander Capa, "solo pienso en ti".