En el Athletic a qué estamos, ¿a setas o a Rolex?

Antes del partido de Copa del pasado miércoles la afición del Athletic Club y la prensa vizcaína solía repetir, como si hubieran encontrado la piedra filosofal, que "hay que meterle un gol primero al Valencia CF, que su afición es muy mala y luego se les echa encima". Espero que ese comportamiento, a pesar de lo oído y leído en redes sociales, no se mimetice ahora en el entorno zurigorri. A ver si al final va resultar que lo de "Somos diferentes" solo es una pose o, si prefieren los modernos de hoy en día, un Hashtag molón.

El amor a los colores, la pasión, el cerrar filas, apretar los dientes, etc... se demuestra con hechos. Está claro que el partido de este lunes ante el mejorado colista Levante UD en San Mamés, a las 9 de la noche, con televisión en abierto es tan atractivo como una ducha fría en el Gorbea, pero precisamente ahí es donde hay que estar dando la cara.

Cuando vienen mal dadas es cuando hay que arrimar el hombro, no solo para pillarse hoteles en Sevilla con la cuadrilla y a ver si 'aurten bai', sacamos la gabarra para hacer Stories de Instagram. Y la plantilla igual. A tirar del carro y a dejar en chau-chau la frase recurrente de que "estos sólo piensan en Ibiza". Ahí os quiero ver 'familia'.

La temporada del Athletic tiene aún varios retos por delante

Frente a ese botón de que el club se autodestruirá en 10 segundos hay que pensar que quedan 12 partidos de LaLiga, siete en San Mamés y cinco fuera, y que el equipo está cerca de Europa. Si el Betis gana la final de La Cartuja al Valencia y queda arriba el séptimo podrá jugar un torneo en el Viejo Continente.

Y no me vale que digan que la Conference da poco dinero...

Seguro que da más que no ir, y tras cuatro años sin viajar a Europa no es malo competir contra equipos internacionales, lo que servirá para rodar a nuestros jóvenes futbolistas para que vayan sabiendo lo que hay por ahí fuera.

Además de que si echan un repaso a los equipos que caen de la Europa League a la Conference no creo que jugar contra el PSV, el O. Marsella o la Roma de Mourinho sea precisamente como jugar en copa contra la Gimnástica Segoviana, dicho esto con todos los respetos para ellos.

El otro reto que queda por delante, aparte de reenganchar a esa parte de la afición que esté dubitativa y de que Marcelino, antes de irse (o no), consiga que este equipo no sestee en su alma competitiva, es precisamente el desarrollo de la gran camada surgida desde Lezama. Más minutos, más responsabilidades y a ver su progresión.

Algunos todavía tienen que tirar la puerta abajo y debemos apoyarles entre todos teniendo paciencia. La única palabra que debería ir unida al nombre Athletic Club de Bilbao, y que a veces resulta exasperante ver como no se aplica precisamente en el único club del mundo que de verdad es diferente. El que elige, por voluntad propia de sus socios, el camino difícil: competir contra el resto del planeta con los productos de su huerta. Aunque no haya un delantero goleador ni se espere su llegada en años. A buen entendedor…