Ancelotti reparte en San Mamés llantos con Vinícius y chicles a la grada
Un Clásico en San Mamés entre el Athletic Club y el Real Madrid siempre deja varias anécdotas que guardarse. Por encima de todas el récord de asistencia al campo rojiblanco con 49.316 espectadores pese al frío reinante, el horario nocturno y que el lunes hay que madrugar para ir a trabajar. Pero el gran protagonista de los 'sucedidos' de la noche fue el técnico de los blancos, Carlo Ancelotti.
El italiano sorprendió en la sala de prensa al referirse a que se le habían dado muchas patadas a su jugador brasileño Vinícius JR, algo que ni la forofa prensa madrileña había visto. Y un lado más alabable y 'txirene', el corresponder a la petición de un espectador de la Catedral, que le pidió un chicle desde detrás del banquillo, algo que Carletto tuvo a bien concederle de la misma en un buen gesto.
Estoy de acuerdo que hay que respetar a Vinicius, por su puesto, como a todos, el fútbol es un deporte viril y de contactos. A Ancelotti se le olvida decir que Vinicius debe ser respetuso con sus contrarios, no encararse constantemente (se pasa todo el partido llorando y discutiendo con jugadores y arbitro), controlar las entradas duras, en algunos casos mal intencionadas, desde luego no es una hermanita de la caridad. Por decir una, la dura entrada que le hizo a Lekue. Ancelotti te creía más ecuánime. Reconoce que Vinicius es un jugador provocador y problemático y por estar donde está tiene patente de Corso.