La llanada alavesa abierta para la estampida del 'Búfalo' Villalibre

Como reiteraban muchos aficionados del Athletic Club tras la espectacular explosión de Asier Villalibre en su debut con el Deportivo Alavés es "imposible no alegrarte por un chico tan humilde". Está claro que el ‘Búfalo’ tiene un idilio especial con la grada de San Mamés y por ende con muchísimos Athleticzales que ahora miran a la escuadra de Vitoria-Gasteiz con ojo clínico.

Adoran a un chaval callado, jatorra, sencillo, que cae bien, fácilmente identificable por su barba (que choca con la publicidad de una marca de afeitado de su nuevo equipo) y su famosa trompeta que ha atravesado fronteras tras atronar en La Cartuja a Leo Messi.

El cantante de 'Orsai' tuvo un debut inmejorable con los babazorros al anotar dos goles, uno de cabeza y otro con el pie, en sus apenas 20 minutos de juego ante un gallo de la categoría como es la SD Eibar de Gaizka Garitano.

Asier Villalibre sigue siendo una esperanza para el Athletic

La esperanza de todos es que esta sea, por fin, una cesión que sí le vaya bien al atacante de Gernika. Un tipo de jugador, con cierta relación con el gol, que se echa mucho de menos en la primera plantilla y en el escasísimo mercado rojiblanco. Hasta la fecha otros destinos (Numancia, Lorca, Pucela), con otra edad, no se le dieron bien, pero cerca de casa y a sus 25 años se espera que este trayecto en Mendizorrotza le sirva para volver con galones a Lezama.

Algo similar a lo que le ha pasado a su amigo, pero contrincante por el puesto, Gorka Guruzeta, que supo sacarle brillo a sus 13 dianas con el Amorebieta en Segunda división hasta abrirse camino con Valverde.

Al calor de los éxitos, como siempre pasa, se dicen muchas cosas. Ya se habla de que si ha sido un error cederle, de que si Valverde se ha equivocado al no darle más cancha y quedárselo (algo que también entonces hizo Marcelino), pero lo cierto es que a Asier le venía muy bien poder ir a un lugar donde estuviese tranquilo, tenga minutos de césped y pueda terminar de desarrollarse.

Generalmente los delanteros, salvo grandes cracks claro, que Erling Haaland sólo hay uno, tardan más tiempo en pulir sus cualidades. Son muchos los casos de los que han florecido ya con cierta edad. Incluso un Killer como Aritz Aduriz (que ha defendido recientemente a Villalibre) consiguió sus mejores cifras a partir de la treintena.

Otro factor que tampoco se nos debe escapar es que no es lo mismo jugar en Segunda división que en la máxima categoría.

Cercanos tenemos ejemplos como el de Borja Viguera, que anotó 25 goles en una temporada en Segunda y luego, sin embargo, no dio especial rendimiento en la gran élite. La excusa siempre era que 'no jugaba en su sitio', pero en la alta competición no se espera a nadie. Las cosas te las ganas o te angostas como en ‘Amanece que no es poco’ del genial José Luis Cuerda.

Tiempo al tiempo. De momento alegrarse por el buen arranque del 'Búfalo', que ojalá ayude a su equipo a retornar a la máxima categoría y a él a ser el día de mañana un futbolista realmente importante en el cuadro de San Mamés. Aquí se le espera.