Haters and Lovers, modelo Athletic
Decía Nat King Cole que "A veces te amo, a veces te odio, pero cuando te odio es porque te amo". Las contradicciones también son un clásico en el Athletic Club. Hoy te quiero, mañana no tanto. Hoy me caliento y reservo plaza para Sevilla, mañana si palma el equipo me borro y te zurro hasta en el DNI. Es la tiranía del resultado. Siempre me ha costado elegir entre el blanco y el negro, por eso no me gustan nada las grandes categorizaciones y sus correspondientes comportamientos viscerales a golpe de post interesado.
En esto estamos convirtiendo al futbol moderno, todo por el clickbait. Sí, sí, son muchos mas impactos, hay mas tirón digital, mas usuarios participando en los zascas o las alabanzas pero... ¿Qué fue del criterio? En verdad cuesta encontrar análisis ecuánimes o reflexiones precisas de verdadera utilidad. Este mismo artículo no deja de ser una milonga totalmente subjetiva de un Athleticzale de "a pie" que vive las andanzas del equipo con más altibajos de lo que es capaz de asimilar su estómago. Benditos antiácidos.
Me pasa lo mismo que a mi querido Juan Elejalde, sufridor supino de la montaña rusa rojiblanca: hoy, que pinto canas donde aún no hay cartón, el resultado del Athletic sigue condicionando totalmente mi estado de ánimo. Y claro, en éstas ciclotimias llegamos a la mitad del curso con sensaciones encontradas. Pifias como la de Balaídos para guardar en el cajón de las vergüenzas y réplicas ilusionantes como el triunfo de Mestalla en copa que nos lleva a la cuarta semifinal consecutiva.
Buena hazaña, si señor, pero ¿con qué Athletic nos tenemos que quedar? ¿Dónde ponemos las expectativas para esta temporada?
Los haters ya están preparando el gatillazo con un argumentario que discutirá la viabilidad del enésimo sueño de jugar y ganar una nueva final o el de alcanzar ese otro objetivo explícito del club: un puesto europeo vía liga al término de esta temporada. "Jugando así, es imposible aspirar a nada", insisten los negacionistas de la ilusión, "con Nico tirando la puerta abajo y Sancet enchufado, este Athletic es capaz de todo", le rebaten los del sector optimista.
Las nuevas formas de vivir el fútbol en internet han matado el término medio y la zona de grises. Del amor al odio hay un solo paso, una línea demasiado delgada. La experiencia nos dice que, también en el fútbol, sólo hay una verdad absoluta: todas las verdades son relativas.
· Por Ángel López Sesma, director de Onda Vasca