El hundimiento del Bilbao Athletic: ¿Sopas y sorber?
Cesado Bingen Arostegi, fue sentarse el catalán Alex Pallarés en el banquillo del Bilbao Athletic y caer sobre él todo el peso de la Ley de Murphy: "Si algo que va mal puede empeorar, empeorará". O, como decía Groucho Marx, "Partiendo de la nada he alcanzado las cotas más altas de la miseria". 'Clasificación, amigos'. Esa que denuncia la deriva de un equipo, como sin rumbo, desnortado, navío lleno de grumetes pero como si al timón un capitán no hubiera.
Con el técnico de Barcelona, el Bilbao Athletic es el colista por todos señalado tras hacerse acreedor de unos guarismos que dan miedo, ocho severas derrotas, cinco duros empates y una triste victoria.
¿Hacían falta alforjas para este viaje? En absoluto.
Etxebe, el que fuera 'Gallo' en la caseta que dominaba Aitor Larrazabal, elogió a los cuatro vientos "la mejor camada del Bilbao Athletic en los últimos tiempos". Para surtir de leones al primer equipo se supone que trabaja el filial. Pues bien, a las puertas de la tercera década del siglo XXI empezaron a llamar cachorros tan disimiles como virtuosos.
Y como no existe ni aldaba ni timbre para dar aviso, afiladas garras rasgando el telón de los cielos. 'Dun-Dun', "¿Quién es?", Vivian, Julen Agirrezabala, Paredes, Vencedor, Oier Zarraga, Oihan Sancet y Nico Williams,... "Abre la muralla", al presente y al futuro, al corazón del Athletic, ¡abre la muralla! Se cuenta y salen siete. Más de medio equipo que ya sabe lo que es partir de salida y gozar de la condición de internacional.
¿Las gallinas que salen por las que entran? Va a ser que no. Porque esto va de cachorros de Lezama y leones de San Mamés.
Si la fuga en el sentido contrario a las agujas del reloj fuera posible y lícita, siete leones consagrados en regresión para fortalecer al Bilbao Athletic hasta el punto de elevarlo hasta lo más alto de la tabla. Pero como Lezama no paga dos veces por el mismo servicio, lo que en otro filial, amparado por el prestigio de su primer equipo, se llevaría a cabo, en Lezama, el que ya es León no puede retroceder porque el viaje al pasado es un imposible a pesar de ser 'caso único en el mundo'.
Así las cosas, ante el panorama de un Bilbao Athletic liderando la tabla si se observa al revés, junto a la rotativa la 'Crónica de un descenso anunciado', toca despertar de su sueño dulce y profundo a Piru Gainza para que lidere ese doble brindis con champán celebrando la permanencia del Athletic Club en la Liga Santander y los jugosos servicios prestados a la 'noble causa' por "la mejor camada de los últimos tiempos".
Pero si de lo que se trataba es del doble salto mortal de siete leones y un Bilbao Athletic asentado en la Primera RFEF, la directiva entrante, con Jon Uriarte al mando, no debería haber repudiado a Patxi Salinas. Cuando el filial se iba a pique por el 'no saber hacer' de Imanol de la Sota, Alkorta y Andoni Ayarza, con el beneplácito de Aitor Elizegi, rescataron del Basconia al menor de los Salinas, un técnico que, poliki poliki, recurriendo a algún que otro 'galáctico' que a su lado había brillado, impulsó al equipo hasta colocarlo en 'tierra de nadie'.
Ese idílico lugar del que se dice que en él nadie mata ni muere. ¿Con siete cachorros de menos, un Bilbao Athletic plácidamente asentado en la Primera RFEF? ¿Sopas y sorber? Va a ser que no. Mientras, desde un lugar ignoto, hay alguien que, pasmado, asiste al empoderamiento de Imanol de la Sota gracias al mecenazgo de Joseba Núñez, y a la fuga a ninguna parte de Patxi Salinas. El héroe que mató al Minotauro que aterrorizaba a un filial atrapado en el Laberinto de Imanol de la Sota...
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
"soplar y sorber"
Otro gravisimo problema es la renovaciones de veteranos acabados que le cierran el paso a pives con futuro y acaban reforzando a otros filiales de equipos poderosos, ya se han ido varios de lezama. Cada ves es más dificil subir al primer equipo la escalera cada ves se hace mas larga. Pero preferimos renovar a Lekue, Balenciaga, Dani García, Oscar de Marcos, Raúl García etc. Gestiones lamentables. Lo que siembras recoges