Aún con lágrimas en los ojos, el tremendo orgullo de ser del Athletic
Pobre Athletic Club. Triste. Dejado de la mano de su propio pueblo, que no lo reconoce cuando irrumpe triunfante en la Catedral. Quiénes son estos, se pregunta, ¡Ba, ni caso!, uno más de esos impostores que llegan tomando el nombre de nuestro Dios en vano. Están a lo suyo. Apoyando sus manos en el muro del templo derruido. Pidiéndole perdón a ese otro dios, menor, que jamás vieron y nunca verán, porque es tan grande el universo que, aunque existiera, el tiempo no le daría para desplazarse de su reino celestial hasta esta pobre Tierra castigada por la espada y el holocausto. Pobre Athletic. Lloro por ti.
Hace cuarenta años. Con el 'Santo Grial' sujetado por las manos de Daniel Ruiz Bazán y de Clemente. Copa de todos los vinos. Sangre derramada por el perdón del pecado capital que supone no ser venerado por estas 43.116 almas que se congregaron para ver a 'ese otro Athletic', que es el de hoy, pero ellas lo admiran como si en la historia de su humanidad no hubiera habido otro Athletic que no fuera éste. El que empieza por Simón y termina en Guruzeta. No quieren gloria. Entre el bien y el mal, entre el goce y el castigo, estiran el brazo para, con el dedo de su mano, señalar al cancerbero mientras dicen, Tú, Simón, eres Pedro, y sobre la piedra que tú eres construiré un altar para tu propio sacrificio. 'Gurutzeta'. Lugar de cruces. Tantas como se necesiten para clavar en ellas a este grupo de alborotadores que pretenden subvertir el nuevo orden instaurado por el presidente de turno, su amado entrenador y ese capitán que, lesionado, llora por no poder ser de la partida.
Pobre Athletic, sí. Pobre. Cuarenta veces pobre. Miserables los que no creen en ti. Los que convencidos están de que "Iribar es un mito", es decir, alguien que nunca existió, una suerte de metáfora continuada para construir un pasado en el que no creen "porque es algo que jamás sucedió". Los que escuchan "Rojo" y se apartan por el miedo a la sangre y su color. ¿Sarabia? Ah, sí, mis mayores me dijeron que tenía un taller de bicicletas gestionando a medias con 'Hierro'; los 'cuadros' más excelsos construidos con el mineral más puro extraído de las minas de los Montes de Triano. Iraola, y apenas les suena. Yeste, Villar, Carlos, Irureta, Koldo Agirre y las madres que parieron camadas a partir del milagroso nacimiento de Rafael Moreno Aranzadi 'Pitxitxi'.
Ay, Athletic, Athletic, Athletic! Once hombres en el verde y cientos olvidados. Un día lo fueron todo. Y al siguiente, certificada su defunción por "inservibles", se alzaron en vuelo de León, o de 'Gallo' que comía 'bakalao', hasta alcanzar la gloriosa paz de los que se merecieron habitar por siempre los 'Campos Elíseos'. Ay, San Mamés! Fieles que se impacientan y con desgana aplauden a Matilde Martínez 'Mati', 'One Club Woman 2023'. Veinte años en el "Funda" de Albacete. No son horas, ¿verdad? Y hasta 'GOL Play' pasó a publicidad cuando la grandiosa manchega se disponía a recibir su trofeo de manos de Eli Ibarra. Ni una palabra sobre ella. Total, para qué. ¡Bendita tú seas entre todas las mujeres! ¡Perdónalos, Mati, porque no saben lo que hacen! Recapitulemos...
Pobre Athletic. Triste. Dejado de la mano de su propio pueblo. Como si Jesús entrando a lomos de un burro en Jerusalem. Pero ni palmeras hubo formando vereda a su paso. ¡Abandonen la Catedral, impostores! Y usted, Mati, ya está tardando. Vergüenza propia. Pena sentí. Llegando a derramar lágrimas en la Catedral. Y a todo esto, se jugó un partido. Trascendental dicen que era.
El Real Betis se paseó en el primer acto para, en el segundo, terminar defendiendo su gol regalado como gatos panza arriba. Pero como los tres puntos volaron de casa, leña se hizo del árbol, a pesar de que terminara erguido. Y resultó entonces que el pueblo, que solo tenía ojos para el Athletic de hoy, echó la vista atrás para encontrar consuelo en aquel Athletic inmortal que saqueó el Insular de Las Palmas dejando la red de una escuadra quemada luego del zapatazo bestial de 'un tal' Ismael Urtubi.
"A bordo de esta expedición va un 'Loco', Panizo, Lizeranzu, De Andrés... y un Aritz Aduriz 'espadachín'. Nos falta cariño, memoria, amor, para sobrevivir. Y sin embargo, Piru Gainza, brindando con champán porque el Athletic sigue siendo 'de Primera!... mientras el 'Gamo de Dublin' recita los 'sueños de Calderón': "¿Qué es el Athletic? Un frenesí. ¿Qué es el Athletic? Una ilusión, una luz, una emoción; y el menor bien es enorme; que todo el Athletic es sueño, y el sueño, Athletic es".
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista