Mendilibar y Mourinho, dos 'emes' y una misma final
Mendilibar & Mourinho... Sus apellidos empiezan por similar letra pero su personalidad y conceptos del fútbol están en las antípodas. Uno, el portugués, con una gran currículum personal en los banquillos y polémicas por doquier. El otro, vizcaíno, sencillo, de discurso entendible e inmaculado en cuanto a controversias. Uno entrena al equipo del coliseo romano, el otro al de la Giralda. Se verán las caras en una final por un cetro menor de los que dispensa el fútbol europeo. Mientras Mourinho busca su segundo trofeo consecutivo, Mendilibar debuta en estas lides, aunque los sevillanos llevan ganando varios trofeos europeos en los últimos años.
Escrito esto, me centro en el técnico de Zaldibar. Llegó a un equipo humillado y en las mazmorras de la clasificación liguera. Lloraban los sevillanos que veían a su laureado equipo más allá, segunda división, que acá. Rumiaban malos resultados, plantilla de enormes jugadores a ser ridiculizados... De repente, entre tanta convulsión, a alguien se le ocurrió mirar hacia un "parado" de los banquillos.
Hacia un entrenador con nombre, pero en equipos modestos, con escuela antigua, pero que atesorada tres palabras que empiezan por la misma letra: sensatez, sencillez, sabiduría. Mendilibar, a las tres eses que he puesto sobre su trabajo, no le ha añadido, por suerte, la otra palabra que empieza por ese y caracteriza a su próximo rival de la Roma: soberbia.
Podría valer la fórmula, pensaron aunque igual era una apuesta arriesgada para un banquillo donde sentaron sus posaderas gentes que ahora triunfan en la élite de otras ligas. También vascos, como Julen Lopetegi o Unai Emery.
Mendilibar puso su discurso al oído de sus jugadores y los resultados le avalan.
Cogió una vaca casi estéril y la junto con un semental y a base de insistir parieron un novillo que en poco tiempo se hizo becerro, luego toro y ahora es un miura. De rozar el descenso a querer pelear por entrar en puestos europeos y finalista de una competición europea. De tener un animal condenado a banderillas negras en el coso de La Maestranza a sacarle pañuelos blancos y lograr las dos orejas, rabo y varias vueltas al ruedo.
• Por Patxi Arteta, periodista
Es normal y humano que todo jugador vasco/navarro, prefiera a la Real, antes del Athletic.