La vida es diferente cuando gana el Athletic

Más allá de las liadas de juventud de Oihan Sancet, de las inexplicables entradas del Chimy Ávila, que ya se acumulan como bien dijo Iñaki Williams, o de la marcha del deseado central Aymeric Laporte a Arabia con Cristiano Ronaldo,... está claro que cuando gana el Athletic Club la vida se ve de otro color. Coincidiendo con el arranque de la Aste Nagusia, la semana grande de Bilbao, la escuadra vasca trajo el sábado por la noche una gran alegría a su afición, que se había llevado un gran disgusto en la puesta de largo ante los de Carlo Ancelotti.

El conjunto de Ernesto Valverde, que había viajado a Pamplona deprimido todavía por sus malas sensaciones en el debut liguero ante el Real Madrid en San Mamés y casi atormentado aún por las oportunidades de todo tipo que le arrebató Osasuna la pasada temporada, salió de El Sadar revitalizado y con un importante triunfo en el que asomaron brotes verdes que pueden cambiarle el rumbo a la baja que llevaba últimamente si se confirman en las próximas jornadas.

El Athletic regresó a Bilbao de la capital navarra con la certeza de que sus internacionales absolutos con España, Unai Simón y Nico Williams, son elementos diferenciales. El extremo desequilibró a Osasuna con dos acciones marca de la casa, la segunda extraordinaria, y el meta le detuvo de todas las maneras posibles a partir de entonces.

Unai Simón y Nico Williams, diferenciales en el Athletic

Nico encontró socios en su hermano mayor, Iñaki, en el primer tanto y en el segundo en Guruzeta, un jugador que si es alimentado en el tramo decisivo del campo puede paliar carencias en el puesto de '9' a las que Ernesto Valverde no acaba de encontrar solución.

Los aliados de Simón fueron fundamentalmente sus centrales y sus medios centro. Y más tras quedarse en inferioridad a la hora de partido por una expulsión evitable, pero ganada a pulso, de Oihan Sancet. El que dirigió la buena primera parte del conjunto rojiblanco.

Daniel Vivian y Aitor Paredes parecen dispuestos a hacer olvidar la marcha de Iñigo Martínez, la lesión que tiene varado a Yeray Álvarez y hasta la no vuelta a casa del 'deseado' Aymeric Laporte. Aún sin la jerarquía de todos ellos, los dos se afanaron en defender como jabatos el área siempre al amparo de un brillante Simón.

Ahonda en las buenas noticias de Pamplona el rendimiento de Iñigo Ruiz de Galarreta, a gran nivel en un medio campo al que aporta trabajo, mucho, clarividencia y hasta algo de llegada. Lo agradece Mikel Vesga, más centrado en presionar y en ubicarse casi de tercer central al defender.

Iñaki Williams con gol y un Ander Herrera sano

Que Iñaki Williams marcase ya en la segunda jornada y Ander Herrera no se vea atosigado por recurrentes molestias musculares como la campaña anterior son otros motivos de optimismo en un Athletic al que, no obstante, aún le quedan deberes.

Entre ellos, encontrar un sitio al capitán Iker Muniain y mantener la progresión de otro 'cachorro' que ilusiona, Unai Gómez, los grandes damnificados de la primera parte ante el Madrid. A al menos uno de ellos le espera una oportunidad en la media punta el domingo 27 ante el Betis (21.30 horas) ante la baja de Sancet por su expulsión.

También es posible que salga Prados en el lateral derecho ante la lesión de Oscar de Marcos en El Sadar y el flojo inicio de Iñigo Lekue. Más segura es la presencia en el once de Vivian, Paredes, Imanol y Galarreta, incluso en el caso de que ya estén disponibles Yeray, Yuri y Dani García. Que, a una semana del partido, todavía es improbable.

Muchas bajas todavía en el Athletic. Pero también brotes verdes.

Los que aparecieron El Sadar, a donde el Athletic se desplazó tocado y cabizbajo. Y de donde regresó revitalizado y con tres puntos que, aunque ni le dan una final de Copa ni le meten en Europa -lo que le arrebató Osasuna el curso anterior-, le permiten encarar de mejor manera una temporada había arrancado torcida y en medio de un desánimo generalizado.