De lo fétido de Son Moix saca un punto de oro el Athletic

Regresa la 'tribu' exigiéndole al Athletic Club que arrase a sus rivales y les expolie dejándolos desnudos de cualquier 'punto' al que agarrarse. "Somos el Athletic", dicen al situarse sobre el verde de Son Moix, "y venimos a llevarnos los tres puntos". "Así que, ustedes verán: si nos los entregan, prometemos no desvirtuar el estadio ni hacer rehenes". Aritz Aduriz se interpone: "Respeto exigimos para los peleadores del Vasco Agirre". El 'Zorro' sabe de lo que habla. Fue moneda de cambio en su momento.

Talento a cambio de unos dineros con los que tapar los agujeros que se produjeron con motivo del chanchullo o 'caso Zubiaurre'. Fernando García Macua con la ayuda necesaria de Joaquín Caparrós. Dos años de bermellón; otros tantos en Mestalla formando pareja con Roberto Soldado.

Caló en la isla, sin embargo. De ello me hice sabedor cuando, en 2009, desembarcado en la mayor de las Baleares, me acerqué a la tienda oficial del RCD Mallorca y compré su fotografía de chico pecoso con su firma estampada.

Regresa la 'tribu'. Enfadada. Furiosa. ¿Dónde están los tres puntos, Athletic?

Ernesto Valverde da la cara en el nombre de sus leones. "Un empate, un punto, ni ganar ni perder, la moneda fue lanzada al aire: si salía cara, la victoria, si cruz, la derrota; cayó de canto".

La 'tribu', henchida de sí misma, exige que el equipo se meta en 'Champions' a las primeras de cambio. RCD Mallorca: "endeble equipo al que había que haber goleado". No se consumó la faena. O sea que, "volvemos a las andadas a las primeras de cambio". Este Athletic, según ellos, no tiene remedio.

"Deficiente en ataque". "La victoria era innegociable". Olvidan, al modo en el que lo hacen Real Madrid y FC Barcelona, que los rivales, en especial en estos inicios de temporada, son equipos peliagudos, escuadras duras de pelar.

Tal era el RCD Mallorca. Una cuadrilla perfectamente aleccionada por el 'vasco Agirre'.

El ex de Osasuna, sin que se le caigan los anillos por el tembleque que en otras manos produciría el afeamiento de su apuesta futbolística, es capaz de ubicar a sus hombres en el tapete de tal forma que lo largo parece corto, y lo ancho, estrecho. Punto de partida para entender que hacerle daño en ataque será harto difícil, y que muy atento habrá que andar para no cometer errores en la entrega, ni sufrir robos en zona de alerta roja.

Éste es el RCD Mallorca al que el Athletic se enfrentaba. Y si la 'tribu', ansiosa, no lo quiere aceptar por el motivo que fuera, debería hacer un ejercicio de humildad que le condujera a dar por muy buen botín el punto del empate sin goles que los leones arrancaron de Son Moix luego de aguantarle el pulso al equipo de 'Muriqui el Titan', 'Darder, el 'Genio de Arta' que regresaba a su isla tras larga Odisea en tierras barcelonesas, y ese hombre que se aferra a su bigote ancestral del mismo modo que Villalibre lo hace a su barba que jamás pondrá en remojo.

Mallorca. Hermosura en Deia y Valldemosa. Pueblos de poetas, pintores y el talentoso Chopin. Mallorca. Viento frío y fresco de Tramuntana. No ha lugar. Es Septiembre, ni febrero, ni marzo ni abril. Valverde hablaba del viento como hándicap que le impidió al Athletic rematar la faena. Poco viento. Ausencia de lluvia. Acerca de los 29 grados se referían las mujeres y hombres del tiempo.

Estaría fuera de lugar apuntar que los leones, más allá de su rival, se vieron obligados a luchar contra los elementos. O no. Siempre y cuando aceptemos que 'elementos' eran todos y cada uno de los guerrilleros del 'comandante vasco Agirre'.

Un entrenador al que se le paga por mantener al RCD Mallorca en la élite del fútbol, y no, de ninguna manera, en ningún caso, ni pensarlo, por hacerlo bonito para que la galería termine haciendo la ola en lo más intenso de los partidos.

Mallorca son pueblos, playas, calas, y una capital que rezuma su influencia multinacional. Lo que, tal vez, gran parte de la 'tribu' que asume la isla con ligereza, esa que exige "saqueo y expolio hasta los huesos", desconoce es que, de Noroeste a Suroeste, la tierra se eleva de forma prodigiosa distanciándose del mar en los 1.365 metros de 'El Puig de Massanella'. Rocas enormes. Piedras calcáreas cuya lisura diriase trabajo de las manos de los dioses. Lapiaz. En Galatzó, Tomir, Teix, Tossals Verds y el ya mencionado Massanella.

Cuando, en 2002, el viajero se alzó a lo más alto de este delicioso y prodigioso 'Puig', sintió que el RCD Mallorca era un pueblo 'montaraz' que descendió a la llanura costera para ponerse a las órdenes de un 'Vasco Agirre' que estaba por llegar. Antes, Aritz Aduriz fue 'el avanzado' que se ganó al pueblo llano para que, cuando el Athletic de Valverde llegara en su tercera expedición, se lo encontrara al otro lado del espejo. Indomable Mallorca.

Como el 'Zorro', como el 'Vasco', como el Titán  Vedat Muriki, 1,94 m. 92 kg, kosovar que llegó de Albania y se fajó en Turquía. Muriki, que es 'vasco' también, como Javier Agirre. 'Lucha de Gigantes' cantada por Antonio Vega y Celtas Cortos.

Epopeya en el 'coliseo' de San Moix. De ahí que el empate final que relucía en todo el Puig de Massanella fuera el oro que el Athletic se trajo gozoso para el 'Botxo'. Ojalá que la 'tribu' le de al rival el mérito de su valía para que el empate de Son Moix nos sepa a gloria.

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista